Justo después de las elecciones de diciembre pasado empezó un tiempo muerto que habrá costado casi una año superar. Los resultados, escaño arriba o abajo, eran bien parecidos. Rajoy ganó, el PSOE perdió y los demás se posicionaron. Ninguno de los dos saco una mayoría suficiente para gobernar y solo era posible el gobierno de uno si el otro le dejaba.
En aquel momento escribí: “Si no queremos andar este camino de nuevas elecciones debe gobernar el PP con la aquiescencia por activa o pasiva de Ciudadanos y el PSOE, o debe gobernar el PSOE con el apoyo activo de su izquierda y nacionalistas. ¿Quiere el PSOE otras elecciones? No. ¿Quiere el PSOE el desgaste que supone, en las circunstancias actuales, apoyarse con los que no quieren a España? No. ¿Quiere el PSOE echarse en brazos de su depredador fundamental Podemos? No. ¿Quiere el PSOE ayudar a que siga el PP? Tampoco. Ante el dilema los socialistas tendrán que escoger y, una vez escogido, escenificar con política, tiempo y rodeos, pagar el mínimo coste posible”.
Estamos igual pero ha costado casi un año que el PSOE deshojara la margarita de los ‘no’ posibles. Al final, y para ello ha tenido que defenestrar a su secretario general y a sus ideas o a la falta de ellas, la decisión es dejar que gobierne el más votado, que para ellos es la de menos mala de las alternativas.
No entiendo nada. Han tardado una año en decidirse, ¿cuanto tardarán en reconstruirse como partido, para ser otra vez alternativa? ¿Alguien me lo explica?
Difícil lo está poniendo «algunos del psoe» para que haya gobierno en nuestra España, está dependiendo todo de la reconstrucción de ese partido, al igual que su apéndice en Catalunya con Iceta a la cabeza, más cuando el psc, no ha estado de acuerdo nunca con la Ejecutiva Nacional del PSOE, eso de ¡Pedro aguanta! no se entiende si a continuación rechaza la decisión de la Gestora, que decide llamar a la -abstención, para que de una vez por todas haya GOBIERNO en ESPAÑA, que ya es hora, no se trata de reconstruir un partido, sino que España empiece a funcionar con normalidad, nos están ridiculizando ante Europa, con «rasgarse las vestiduras», con reyertas internas en los partidos.
Me ha gustado el calificativo «depredador». No estoy seguro de que haya alguna forma organizativa tan depredadora como el PP.