El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha acordado la suspensión provisional, hasta que la semana que viene el propio TSJM tome la decisión de ratificarla o no, la privatización de diversos hospitales de la Comunidad de Madrid. La demanda puesta por el partido socialista se basa en un cambio de última hora que supuso en la práctica una reducción del 90% en la garantía económica que debían aportar las distintas empresas.
La realidad es que desde que la Comunidad de Madrid anunció sus planes de privatización, tanto el PSOE como los profesionales sanitarios sindicados no han parado de boicotear este propósito. Da la sensación de que ganar unas elecciones y tener mayoría no sirve para tomar ninguna decisión. De nada vale argumentar, explicar e incluso poner ejemplos de actuaciones del propio PSOE en otras Comunidades. El no es que no y basta.
Sin entrar en detalles del concurso que siempre son modificables, la argumentación de los opositores es del todo alucinante. Su mantra se basa en el siguiente razonamiento: las empresas están para ganar dinero, si se hacen cargo de la sanidad es para ganarlo y por tanto es dinero que se pierde en el sector público, o lo que es peor, bajarán la calidad del servicio a costa de los beneficios. !Ni que estuvieran en el siglo XIX¡ ¿Aún no se han enterado que una empresa con dueño es capaz de hacer el mismo o mejor servicio con mucho menos dinero?