Mi primera lectura de los comicios europeos es que los ciudadanos de toda Europa y de España, que me importa más, han hablado claro y alto: así no. Como somos muy distintos cada uno lo ha dicho a su manera pero han sido muchos los que no están conformes con los que hasta ahora han dirigido nuestro caminar.
La Europa a medias pierde adeptos y la incapacidad para resolver los grandes problemas, inmigración, paro y demás, da alas a totalitarismos que nada bueno nos pueden traer.
En España el toque es a los grandes, a los del duopolio: o cambian o esto será ingobernable. De más del 80% el PP y el PSOE han bajado a menos del cincuenta, descanse en paz el duopolio. Podrán salvar sus partidos si atienden al quejido, más claro agua, que los ciudadanos les hemos hecho llegar: cambien de fondo y de forma, ya no somos esclavos sino dueños y deben hacer nuestra y no su voluntad.
No entiendo nada. El PP ayer noche ni se atreve a una rueda de prensa, vende victoria cuando ha perdido millones de votos, ¿Nos toma por idiotas? ¿Sabrá, querrá y podrá rectificar? El PSOE se siente derrotado pero, ¿normalizará sus ideas para dejar de ser el socialismo trasnochado del siglo pasado? El duopolio ha recibido un duro varapalo, ¿serán capaces de abrir la puerta a los demás para, con libertad en vez de coacción, volver a hacerse fuertes? Los malos modos de los grandes han hecho que mucho voto busque savia nueva, ¿sabrán los nuevos partidos no caer en los vicios que el ciudadano quiere desterrar o se apuntarán a los comportamientos de la casta? ¿Alguien me lo explica?