Informa la prensa de que nuestro Gobierno espera poner en marcha un megafichero con las más de 34 millones de cuentas bancarias que hay en España. Cosa parecida existe en Alemania y en Francia y, según fuentes del Gobierno, se trata de una medida para controlar el blanqueo de capitales. Tanto el Consejo de Estado como la Agencia Española para la Protección de Datos han informado positivamente sobre la creación de este nuevo ‘gran hermano’ de datos bancarios.
Hoy ya son muchos los colectivos que han puesto el grito en el cielo sobre el peligro del mal uso que puede darse a un fichero de estas características. Yo, independientemente del buen o mal uso que se le dé, estoy en contra de que, una vez más, desde el poder público se desnude mi intimidad aunque sea solo por mis cuentas corrientes.
No entiendo nada. La Agencia de Protección de Datos, ¿qué datos míos protege? ¿Los protege porque son míos o los protege solo si quiere usarlos una entidad privada? La lucha contra el fraude fiscal es de hecho una manera de hacer justicia, pero ¿el fin, que todos colaboren con el fisco según la ley, justifica todo tipo de controles preventivos enviando mi intimidad al estercolero? Estoy de acuerdo con que ‘el que la hace la paga’ pero, ¿es legítimo que para no hacer nada malo no me dejen hacer nada? ¿Servirá este control para evitar el blanqueo o los blanqueadores saben más que este y otro Gobierno? ¿Alguien me lo explica?