El hecho es que según publica ‘El economista‘, la Alemania de Merkel debe a la administración sanitaria española algo más de 25 millones de euros, nada menos que el 18% de la cantidad global adeudada a España por el total de países de la UE que asciende a 138 millones. Esta deuda corresponde al gasto sanitario de ciudadanos alemanes, ya sean turistas o residentes, a la sanidad pública española que han sido tratados aquí usando la tarjeta sanitaria europea.
El Tribunal de Cuentas ha elaborado un informe en el que recomienda al Instituto Nacional de la Seguridad Social tomar las medidas para facturar en su totalidad estos gastos -no se facturan muchos de los servicios- y, sobre todo, cobrarlos -desgraciadamente no se cobran dos de cada tres facturas-. Bendita eficacia la de esta administración de un país en crisis.
Alemania -la rica- sí factura y cobra. España -la pobre- factura mal y cobra peor. Así de simple. De todos modos esto no exime que la Alemania de Ángela Merkel -la Europa seria- no pague lo que está facturado y le debe a la España de Rajoy -la Europa del finito y gambas-. Si tanto nos quieren enseñar y exigir a cuadrar las cuentas, que empiecen por pagarnos las deudas. He dicho.
Curiosamente la balanza sanitaria privada entre España y el resto de Europa, tampoco está saneada. España, un país turístico con cantidad de actos médicos a cuenta de mutuas extranjeras, tiene graves problemas de cobro y, no se rían tiene delito, bastante tiene que ver esto con nuestro proverbial desconocimiento de otros idiomas.