El hecho es que María Antonia Munar, otrora casi todopoderosa en Mallorca, acaba de ingresar en la prisión de Palma de Mallorca. Hoy, la Audiencia Provincial de Palma, ha decretado para ella prisión incondicional sin fianza a petición de los fiscales anticorrupción por riesgo de fuga.
No tengan dudas, hablamos de una conocida política que ha ingresada en prisión, ¿se asombran? Es cierto, es verdad, créanselo: una política en prisión. ¿Qué habrá pasado? No lo sé. pero si se dos cosas. La primera es que la causa no ha llegado al Tribunal Supremo, recuerden que este sesudo tribunal acaba de exonerar de juicio a Blanco, a Barcina y rebajar la pena a Matas de modo que lo normal es que eluda la cárcel. Lo segundo que no es nada baladí, Munar militaba -reinaba más bien- en un pequeño partido, Unió Mallorquina, cuya fuerza dista mucho de ser la los partidos que gobiernan.
No me cabe ninguna duda de lo ‘pinta’ que ha sido Munar, la princesa de Mallorca, y de lo justa que es su condena, más dudoso estoy de lo que habría pasado si hubiera pertenecido al PP o al PSOE y hubiera intervenido el Tribunal Supremo: ¿mejor o peor?, buena pregunta.