El hecho es que la fiscalía anticorrupción pide al Juez Ruz que cite a declarar en calidad de testigo a la Presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en el caso de los papeles de Bárcenas para que explique el procedimiento de recepción de las donaciones anónimas percibidas por el partido. Al tiempo y en el mismo escrito el fiscal, Antonio Romeral, descarta que declaren en la Audiencia Nacional los anteriores secretario generales del PP: Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos. Cómo mínimo es curioso. La letra pequeña, la que no se lee, aclara que la propuesta de declaración afecta a la secretaria general o al ‘representante legal’ y eso ya es otra cosa.
Me da que ahora mismo Maria Dolores de Cospedal es otra pieza importante a tumbar. Tengo la sensación de que Bárcenas dispara a dos objetivos y uno de ellos y muy especial para él es la secretaria general, probablemente porque no se olvida que ella tuvo mucho que ver con su pérdida de peso en Génova. Es un ataque personal tal y como se desprende de la acusación concreta y nominal sobre las comisiones relacionadas con las basuras y el Ayuntamiento de Toledo que hemos conocido a través de Pedro J. La reacción de Cospedal hasta ahora en lo personal ha sido clara: querellas. Cuando te acusan de algo y no es verdad la querella es la clave, cuando te acusan de algo y es verdad tienes un grave problema. ¿Cuántas querellas conocemos de los presuntos implicados del PP?