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Conociendo al personaje, lo ha calado ya media España, un día en La Moncloa, para Pedro Sánchez, “bien vale una misa”. Según parece no solo es que “le quiten lo bailao”: viajes, helicópteros y demás fruslerías del cargo, sino que piensa que cuanto más aguante, más normalizado está su mandato y por tanto más fácil le será repetir otra legislatura. No hay día que no se hable de la posibilidad de que su compromiso, convocar elecciones cuanto antes, se vaya a sustanciar ya. No me lo creo. Es verdad que hay encuestas en las que un 70% de españolitos quieren que las convoque. Es verdad que muchos en el PSOE no ven nada clara la ventaja de aguantar en la cuerda floja más días. Es verdad que no podrá aprobar los presupuestos y que  por tanto  todo aquello que ha comprometido se quedará en buenas intenciones, pero es más verdad que este caramelo, si puede, no lo suelta ni loco; como mínimo aguantará hasta las municipales, autonómicas y europeas que coincidíran el 26 del próximo mayo.

Solo cederá, convocando elecciones, si el coste electoral de los que le apoyan hace que lo suelten y él ve, con las encuestas ‘serias’ que le hacen, que puede ganar claramente unas generales. Estar solo, le dará igual. Tener la seguridad de ganar por su cuenta y no hacerlo, le hará dudar mucho. Mi previsión es que a poco bien que lo haga el PP de Casado y viendo que el deterioro de Sánchez crece día a día y cuanto más tarde en irse más grande será la bofetada, eso le lleva al refrán de “perdidos al río” y por tanto a que Sánchez, de elecciones anticipadas, nada de nada.

No entiendo nada. ¿Qué hemos pisado que cuando salimos de una crisis viene un cantamañanas y nos mete en otra? ¿Alguien me lo explica?