Salvando las distancias, donde digo Reina, es Rey y donde digo un día, serán horas o semanas, Pedro Sánchez, inútil como líder de la oposición -gracias a él no hay ni gobierno-, dado que el Rey ha declinado temporalmente su casting de candidatos, se ha erigido en monarca temporal, iniciando una ronda de consultas, incluyendo al hasta ahora de conversación prescindible, Rajoy, que se ha tornado en interlocutor primogétito y necesario.
Por si alguno pensara que Sánchez busca su investidura, una vez la de Rajoy se ha quedado en nada, ha dicho textualmente de su ronda de conversaciones a lo rol regio monarca que «no estoy postulándome para liderar una alternativa, que quede claro».
Sigue el acertijo sobre que pretende la estrella de Ferraz: no al PP, no al batiburrillo de izquierdas, no al ser candidato y no a las terceras elecciones. La pregunta es: Si, ¿a qué? Si, a seguir mareando la perdiz, si, a ser el perro del hortelano: si yo no puedo, tu tampoco. Si, ha conservar la Secretaria General del PSOE al precio que haga falta. Si, a la tómbola electoral por si sale su número.
No entiendo nada. No me atrevo a pensar que el único objetivo de Sánchez sea sobrevivir en el ‘candelabro’ mediático a cualquier precio, aunque lo parezca. ¿Se ha propuesto, ya que no puede hacer de presidente de Gobierno, hacer temporalmente de monarca? ¿Alguien me lo explica?
Hay que -apelar- al programa de otrora de Jose Luis Barcelona :: Reina por un día, en éste caso Rey, para por lo menos hacer cumplir el sueño de Sánchez, estar en la «cima» por encima de todos.
Me temo que por esta vez no te voy a poder razonar nada sobre tu pregunta. Este hombre es muy raro. Lo evidente es que se agarra a la silla como una lapa. Probablemente es que no sabe hacer otra cosa.
Esto es lo que pasa cuando en los partidos no hay democracia interna, juego limpio, transparencia y mentalidad de servicio, bajo la premisa de que el jefe es el pueblo soberano y no el cacique de turno. El PSOE tiene enormes contradicciones sin resolver que conducen a divisions internas y desconcierto general.