La foto de la semana va a ser la de Rajoy en el río Umia en Pontevedra. Una cabecita conocida y un inicio de hombros sobresalen de un agua que, por movida, parece fresquita. Da envidia, desde los calores de la urbe, esta imagen veraniega aunque rústica. Rajoy se baña en austeridad, como marcan los tiempos en nuestra Europa. ¿Algo que reprocharle del bañito? Nada. ¿Algo que criticar del poco photosop de la foto? En absoluto. A estas alturas de la película Rajoy es Rajoy y punto
La economía parece respaldarle y las encuestas parecen serle algo favorables. ¿Habrá servido de algo el nuevo logo? Esta apuesta in extremis del PP por aparecer en todos lados y con pinta de gente de la calle, no creo que traiga votos por sí mismo, pero probablemente lo que si hace es que, al obligar al político no solo a no esconderse sino a mezclarse, se entere realmente de lo que pasa en su patria.
No entiendo nada. Si está bien lo de estar en medio de la gente, ¿por qué esperar al día antes del examen para practicarlo? ¿Alguien me lo explica?