Conversación tranquila de @jmfrancas con Rafael Rodrigo (@kappo250), Doctor en Historia contemporánea, especialista en historia militar y socio de la librería Tercios Viejos de Madrid.
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JMF: ¿Por qué España no participó en la II Guerra Mundial?
RR: Fundamentalmente porque no se dieron las circunstancias adecuadas. En 1940 el Ejército español tenía unas necesidades de material, armamento y suministros que solamente Alemania podía cubrir, sin embargo en las negociaciones de Hendaya los germanos no terminaron de decidirse a conceder todo lo solicitado por los españoles y estos no podían entrar en el conflicto sin tener asegurados unos suministros mínimos. Además, la conferencia se celebró en octubre, momento en que los intereses estratégicos alemanes se fueron orientando primero a los Balcanes y luego a la Unión Soviética.
JMF: Pensé que fue Franco que no quería entrar en la guerra ni en pintura…
RR: Si y no. Prácticamente todas las naciones en la Europa de 1940 barajaban su entrada en guerra, de hecho el Gobierno español así lo contempló, por ejemplo, hay un plan de movilización de noviembre de 1940 que contempla este aspecto. Lo que no se podía, y no se hizo, fue entrar a cualquier precio o sin unos objetivos bien definidos, como hiciera Italia en junio de 1940. Además, existen varios informes del Estado Mayor español, uno de mayo de 1940, en lo que aconseja que la actitud más beneficiosa para el país sería la neutralidad. Ello explica las altas exigencias españolas para su participación en el conflicto.
JMF: Y Franco, ¿qué quería?
RR: Básicamente ayuda militar: munición, armamento, suministros de todo tipo y especialmente combustible. Si se cumplían esas circunstancias España podría participar en la guerra, a cambio de su incorporación se contemplaba la recuperación de Gibraltar, una ampliación del protectorado en Marruecos, de hecho se ocupó Tánger en verano de 1940, y se pensaba también en la posibilidad de recuperar el Oranesado. Ahora bien eso les supuso a los alemanes dos problemas, el primero el material, ya que la intervención de Italia en la guerra lejos de ser beneficiosa empezó a mostrarse como un lastre con las derrotas en Libia y Grecia, lo que obligó a los germanos a enviarles esa ayuda militar demandada por España. Por otro lado un problema territorial, ya que los deseos de Franco en Marruecos chocaban directamente con la Francia de Vichy, que en ese momento se presentaba como un mejor aliado para los alemanes.
JMF: ¿Me estás diciendo que España, Franco en este caso, pidió demasiado y eso salvó nuestra neutralidad y nos salvó del desastre que hubiera supuesto perder la guerra?
RR: En cierto modo. Franco, como militar profesional, estaba perfectamente informado de la situación del Ejército, entrar en guerra sin más no era posible, Mussolini como político así lo hizo y de esa forma terminó. Las peticiones de España eran las necesarias para entrar en campaña, ni exageradas ni desmesuradas, de hecho en los archivos he podido leer de puño y letra del generalísimo “A ver que puede darnos Alemania” en un informe de más de 40 páginas sobre la situación material del Ejército. Es muy conocida la entrevista de Hendaya, menos lo es la de febrero de 1941 en Bordughera entre Franco y Mussolini, pero casi es desconocida la que tuvo lugar en Montpelier entre Franco y Petain, al regreso del primero de Italia. Allí ambos generales, conocidos desde las guerras del Rif, analizaron el mapa europeo y llegaron a una conclusión idéntica. A sus dos países les interesaba la neutralidad.
JMF: ¿El ejercito español no se autoabastecía en nada? Al acabar la guerra, ¿qué material se fabricaba en España?
RR: La capacidad industrial española en la década de los años cuarenta era muy baja. Se podía construir armamento ligero, se compraron patentes de aviación, como el me-109 alemán, conocido en España como “Buchón”. Pero no se fabricaban blindados, las piezas de artillería más modernas eran de patente alemana y sobre todo, no se disponía de petróleo, elemento fundamental para que barcos, aviones y blindados funcionasen. La única refinería estaba en Tenerife y el petróleo llegaba desde Venezuela a través de una empresa estadounidense. Estaba claro que sin ayuda germana la maquinaria militar española no resistiría más de 3 o 4 meses. Cómo indicaban los informes internos del Estado Mayor y que fueron analizados por Franco y el entonces ministro del Ejército Varela.
JMF: Entonces, qué hubiese aportado España a Alemania de cara a ganar la guerra, ¿tropas cansadas, hambrientas y desarmadas?
RR: Bueno, tampoco seamos tan negativos. El ejército contaba con 25 divisiones, aproximadamente, y podía fácilmente duplicarse. Eran veteranos de tres años de guerra y las desplegadas en Marruecos, la Legión y los regulares, eran unidades de choque de primera línea. Baste recordar lo que hizo Rommel en el Norte de África con apenas tres divisiones germanas pero con el apoyo de casi una decena italiana. Fundamentalmente la aportación española más que propiamente militar, con sus tropas, hubiese sido geoestratégica, por su posición. La toma de Gibraltar hubiese supuesto el cierre del Mediterráneo, siempre que los italianos hubiesen hecho lo mismo en Suez. En ese caso ¿Qué hubiese pasado si la flota de alta mar italiana hubiese podido abandonar el Mediterráneo y operar desde las bases españolas? De hecho los germanos en sus peticiones, que también las hubo, solicitaron operar desde las canarias con sus submarinos ¿Qué hubiese supuesto esto en la denominada como batalla del Atlántico?
JMF: ¿Qué hubiera supuesto, a tu parecer, España en guerra junto a Alemania?
RR: Antes de la entrada en guerra de Estados Unidos podría haber supuesto la derrota en Europa del Reino Unido. Otra cosa es si los británicos hubiesen estado dispuestos a seguir la guerra desde sus posesiones en ultramar. De hecho Churchill así lo entendió. Los americanos siempre mostraron un deseo de ser diplomáticamente mucho más duros con España, empezando por el corte del suministro de petróleo. Fue precisamente el Foreing Office el que medió para que a nuestro país no se le llevase al extremo de tener que participar en la guerra en el bando germano, ya que eso hubiese supuesto un gravísimo peligro para ellos. Pensemos que a finales de 1942 se produce el desembarco anglo-americano en el Norte de África, con una España en guerra eso hubiese sido casi impensable.
JMF: Pero contra EEUU la guerra por parte de Alemania estaba perdida igual ¿no? Era cuestión de tiempo…
RR: Efectivamente. Desde ese invierno de 1941 ante las puertas de Moscú. Pero es que los estadounidenses no fueron neutrales hasta 1941, ellos fueron no beligerantes, y gracias a sus ayudas económicas y militares Reino Unido no colapsó en ese año. Los americanos compraron tiempo para que otros países luchasen por ellos, pero su entrada en guerra era inevitable. Me permitiré recomendar un programa de Tiempos Modernos en el que Fernando Paz y un servidor analizamos esa falsa neutralidad estadounidense (https://www.youtube.com/watch?v=-mXewKdKbz8).
JMF: Y yo aprovecho para recomendar el programa, ‘Tiempos Modernos’,(https://www.youtube.com/playlist?list=PLk8twIygnCMjJKIMuRbVZ-gnncrgGjpqx), para el que quiera saber algo de historia… ¿Qué paso exactamente en Hendaya y en la entrevista con Mussolini, y en la de Petain? Ponnos el caramelo en la boca y en otra ocasión ya profundizamos…
RR: En este caso voy a recomendar el libro de un gran historiador Luis Togores, que acaba de publicar “Franco Frente A Hitler La Historia No Contada De España Durante La Segunda Guerra Mundial” que analiza de forma pormenorizada lo sucedido allí. http://terciosviejos.es/es/division-azul/3517-franco-frente-a-hitler-la-historia-no-contada-de-espana-durante-la-segunda-guerra-mundial.html. De un modo extraordinariamente resumido podríamos decir que en Hendaya se acordó la participación española en guerra pero siempre que se diese cumplida satisfacción a las demandas españolas, los germanos los estudiaron, pensaron que podría ser pero finalmente sus intereses marcharon hacia el Este. En Bordighera Mussolini intentó hacer gala de esa supuesta unión entre potencias Mediterráneas y a la ayuda en Italia. Pero vuelvo a resaltar la entrevista de Montpelier entre Franco y Petain, ex-embajador francés en Madrid. Allí ambos generales, uno héroe de guerra francés por su intervención en 1917 y el otro exdirector de la Academia Militar y vencedor en una guerra civil de tres años, probablemente frente a un mapa del escenario europeo y como buenos conocedores de su oficio, determinaron que el Eje se encontraba todavía muy lejos de obtener la victoria y que a ambas naciones les convenía la neutralidad.
JMF: Gracias Rafael, un abrazo y hasta bien pronto si te dejas, han quedado temas clave bien abiertos….
RR: Muchas gracias, como siempre un placer. Quedo abierto a futuras colaboraciones, siempre es un placer.
Muy interesante y aclaratoria.