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Tan solo en 24 horas la conducta del presidente de la Generalidad y de otras autoridades catalanes, les deja con el culo al aire; difícilmente se puede actuar de una forma más zafia y mal educada. Lo primero fueron las palabras del tal Quim en la recepción del Smithsonian Folklife Festival en Washington, indignas de un representante de hecho del Gobierno de España, Torra habló, una vez más, de ‘presos políticos’  y demás mandangas sobre la baja calidad democrática del Estado español; acto seguido, el embajador de España en EEUU respondió, como no podría ser de otra manera, loando la cultura catalana y explicando el alto nivel, reconocido internacionalmente, de la democracia española y desmintió refiriéndose a lo espetado por el mencionado personaje diciendo “permítanme que corrija esta propaganda que difunde el Sr. Torra” para añadir “En España no hay presos políticos. No lo digo yo. Lo han dicho los informes de Amnesty Internacional y Human Rights Watch. Hay unos políticos que, a pesar de haber sido reiteradamente advertidos por sus propios servicios jurídicos, decidieron retorcer el Reglamento del Parlamento y violar el estatuto de Autonomía de Catalunya y la Constitución. Si se permitiera hacer política fuera de la ley, violando la ley, se acabaría la democracia”. Si uno repasa el discurso de Morenés, este es diplomático e irreprochable pero para el tal Quim fue intolerable. Casi en simultáneo el Rey, Felipe VI, Jefe del Estado español, era ninguneado por las autoridades catalanas, autonómicas y municipales, en Gerona en la entrega de los premios que otorga la Fundación Princesa de Gerona. ¿A quién representan estos personajes de la Generalidad y del ayuntamiento? ¿Por qué no dejan de ‘mear fuera de tiesto’ y se van a su casa?

No entiendo nada. ¿Hasta cuándo hay que seguir tolerando actitudes tan zafias y desafiantes? ¿Alguien me lo explica?