Dijo ayer Mariano, cuando ya tiene claro que su sueño de seguir mandando será cumplido, “me pongo en lugar del otro” y dijo bien, probablemente es de los mejores consejos dados desde la política en España. Si hasta el sol tiene manchas y hasta la luna da luz, aunque reflejada, en esta última crisis del PSOE, solo iniciada, Rajoy ha dado muestras de virtud política: no hacer leña del árbol caído y, sobre todo, pensar mas que en el hoy, en el mañana.
Si los dirigentes del PP siempre se pusieran en el lugar del otro, probablemente hubieran gobernado mucho más de acuerdo a su programa: sus votantes son el otro. Hubieran sido menos prepotentes buscando, en muchos temas se puede, la complicidad de la oposición en las cuestiones de Estado: en el tema catalán, en el paro, en la limpieza y en muchos otros, el PSOE es el otro.
Tengo, iluso de mi, motivos para la esperanza. De una parte este interés de Rajoy por ponerse en la piel del otro y, de otra, la convicción de Javier Fernández de huir de las barricadas éticas, lo cual entiendo que quiere decir que si bien PP y PSOE piensan distinto eso no les hace ni buenos ni malos.
No entiendo nada. Que el PP se coma su prepotencia y el PSOE su sectarismo, es muy buen comienzo. ¿Serán capaces además de pensar que legislan para nosotros y no para seguir gobernando? ¿Alguien me lo explica?
Tienes toda la razón, es un buen gesto. Y me gustaría participar de tu optimismo. Sin embargo, me acuerdo de un profesor que tuve y decía que hasta los relojes parados dan la hora exacta dos veces al día. La tradición cultural española dice algo sobre monas vestidas de seda y lobos con piel de oveja. Lo que dicho en Román paladino significa que no me fío un pelo de estos tíos.
Hay una frase tuya que me desconcierta. “en el tema catalán, en el paro…. El PSOE es el otro.” Yo me atrevería a sugerir que en el “tema catalán” (al menos no le has llamado problema) el otro debería ser el pueblo catalán en directo o por medio de sus representantes, que parece que son los que están en la Generalitat. Que los dos partidos nacionales que tienen una escasa representación en la Generalitat se pongan de acuerdo para resolver el “tema catalán” me parece que no es la forma de manejar bien el asunto.
En cuanto al paro, supondría uno que el otro serían los trabajadores o probablemente sus representantes, que serían los sindicatos. Como PP y PSOE decidan entre ellos sobre el paro, dado el historial que tienen los dos, vamos fritos.
Donde dije Generalitat quise decir el parlamento de Catalunya.