Han pasado ya seis días y por fin el candidato del PP ha hablado: “si he ofendido a alguien por supuesto que le pido disculpas”. El partido que sigue tolerando a un condenado por violencia contra su mujer como presidente de una de sus agrupaciones más importantes, hablamos de Eguiguren –presidente del Partido Socialista de Euskadi nada más y nada menos-, ha sido capaz de poner en un brete y contra las cuerdas a un candidato por una frase poco afortunada sobre las mujeres. Tanto experto de lujo y tanto fontanero no han sido capaces de hacer nada para parar la bola, ¿de qué saben estos teóricos gurús de la comunicación y el marketing político? Es probable que ahora amaine algo el temporal y que la cruzada socialista de ataque personal a Arias Cañete hasta hacer incluso altamente difícil su nombramiento como comisario, pierda fuelle. El partido de Magdalena Álvarez, que sigue enrocada en el BEI pese a su imputación por los ERE, ¿será capaz de hablar de Europa en esta recta final de campaña? Lo dudo, pero allá ellos.
No entiendo nada. Una vez disculpado Cañete, ¿entrará la campaña realmente en temas europeos? ¿Qué modelo de Europa persigue cada opción política: unos Estados Unidos de Europa o un colegio de Estados independientes? ¿Tiene clara la UE una política de inmigración común? ¿Cuál propone cada partido? ¿El Banco Central Europeo debe o no monetarizar la deuda? ¿Hay que ir a una fiscalidad homogénea y común? ¿Debe la UE priorizar la lucha contra el paro con el modelo de subvencionar contratos o bajando impuestos a la contratación y a las empresas? ¿Alguien me lo explica?