Conversación tranquila de @jmfrancas con Alberto Sotillos (@AlbertoSotillos). Sociólogo, especializado en Comunicación.
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JMF: ¿Cómo ves la democracia en España?
AS: Lleva mucho tiempo empobreciéndose y poniéndose en riesgo por la pésima gestión de los partidos políticos. La situación de partitocracia en España es realmente grave. Lo que en un inicio en la Transición trataba de dar peso a los partidos para asegurar un poder ciudadano, se ha pervertido en un control total de nuestro sistema por parte de los partidos y más concretamente quienes hacen las listas electorales de los partidos. Son entidades ya alejadas de los ciudadanos que buscan su supervivencia (la del propio partido) por encima de cualquier otra opción. El poder como tabla de supervivencia, no como forma de gobernar.
JMF: ¿Responsabilizas a la partitocracia instaurada legislativamente en la transición?
AS: Se pensó en los partidos como la mejor forma de asentar una democracia inicial y pudo ser buena opción. Un contrapeso nuevo a todas las demás instituciones que tenían un poso de la dictadura más marcado. Funcionó durante un tiempo, hasta que ese contrapeso en realidad pasó a ser un abuso por parte de los partidos al no tener ellos control alguno. Si se controla de forma partidista un tribunal que tiene que validar la idoneidad de una Ley, ese Tribunal dirá que es correcta lo sea o no, por interferencia del nombramiento político.
Los partidos en España no cumplen los procedimientos internos de democracia que se les exige y son pequeñas cúpulas las que controlan una herramienta que no sirve a los ciudadanos sino a sus intereses.
JMF: Esta claro que siempre hemos tenido una democracia coja. Desde Génova y Ferran uno solo puede gobernar España enterita pero, ¿con Sánchez no se está tocando fondo?
AS: Sánchez se está aprovechando al máximo de esa debilidad de nuestra democracia. Si acabas con todos los procedimientos de control dentro de un partido y lo controlas de forma absolutamente personalista, obtienes lo más parecido a un poder absoluto.
Sin nadie en tu partido que pueda controlar tus pactos, tus alianzas, tus negociaciones o cesiones para poder gobernar, dependes únicamente del límite moral del líder. Si esos límites son flexibles… o muy flexibles, se puede llegar a situaciones como la actual en España.
Si además de eso convences a cierta gente de que cualquier cosa que hagas será mejor que la ultraderecha y que contra esa ultraderecha vale todo, acabas superando todo límite.
JMF: ¿Estamos realmente en los dos bloques y no me refiero solo a políticos si no incluso vitales?
AS: Son dos bloques absolutamente falsos, fomentados por los partidos para su beneficio. Es una batalla que va ganando el PSOE, fagocitando a los partidos a su izquierda por esa falsa necesidad de “bloque” pero que aprovecha también el PP señalando que para ganar a Sánchez es o ellos o nada.
Luego los ciudadanos, afortunadamente vivimos fuera de esos bloques en el día a día. Vivimos alejados de nuestros políticos y sus batallas pero en el día de las elecciones, al no haber opciones, se vuelven a beneficiar. Si controlas la oferta, dominas el mercado…
JMF: ¿Que habría que cambiar para normalizar nuestra democracia?
AS: Es necesaria una verdadera fiscalización -independiente- de los partidos políticos y estipular nuevas formas de promoción de nuevas formaciones, que actualmente son silenciadas por el poder de los partidos vigentes.
Todo pasa en cualquier caso por exigir procedimientos realmente democráticos a los partidos. Que un Secretario General no pueda cambiar la cerradura del despacho de un rival interno, que no pueda disolver unilateralmente los espacios de control internos o que no sea tan sencillo expulsar a cualquier crítico. Si los líderes tienen que rendir cuentas, hay democracia. Si los demás tenemos que rendir cuentas al líder, es dictadura.
JMF: ¿Estamos entonces en dictadura o camino de ella?
AS: Quedan controles todavía, a pesar de que haya quienes quieran seguir eliminándolos. Y tenemos a Europa, que es el mejor garante de nuestra democracia actualmente. No hace todo lo que debe, pero al final controla todo lo que puede y por ahora es suficiente.
Eso y la buena voluntad de los españoles que pelean por mantener las instituciones alejadas del control absoluto de los partidos.
Ojalá los peligros que vemos, sirvan para señalar lo que debe ser mejorado.
JMF: Independencia del Poder Judicial, ¿existe?
AS: Amenazada de forma constante, pero sigue habiendo un mínimo.
JMF: ¿Qué hacemos con el Consejo General del Poder Judicial?
AS: Todo lo contrario a lo que están haciendo hasta ahora. El problema es que la renovación necesita de una reflexión sosegada y eso es lo contrario de lo que busca la polarización.
No puede ser que el PP diga que lo está protegiendo de Sánchez porque no es nadie el PP para proteger una institución, pero tampoco puede ser que el PSOE quiera una mayoría por gobernar cuando en número de diputados no gana.
Lo sensato es hoy lo imposible, que pasa por un acuerdo proporcional entre ambos. Pero unos y otros se benefician electoralmente de la falta de acuerdo. Y hoy prima más el éxito electoral que el bien de todos.
JMF: ¿Culpas a ambos?
AS: En el caso del CGPJ sí en buena medida, aunque es evidente que el PP está en una trampa en la que le metió Sánchez. Pero quisieron meterse o no supieron salir.
JMF: ¿Te fías del Tribunal Constitucional actual?
AS: Debería poder decir que sí de forma automática, pero reconozco que antes de decir sí -por responsabilidad- dudo y mucho.
Ese es el drama, que hay sombra de sospecha en todas las instituciones: TC, Fiscalía, CIS…
Que un Gobierno genere esas dudas, es realmente peligroso para el país.
JMF: ¿Vale la pena un TC así o lo suprimirías?
AS: Suprimirlo sería perder un espacio de control. Es fundamental reformar y aumentar su independencia. Mejor una minoría que pueda exponer su opinión a eliminar todo un espacio por mucho que esté más que en duda su control.
JMF: Me refería a lo que muchos opinan de pasar sus atribuciones a una sala del Supremo…
AS: El Constitucional debe tener un peso más político, por eso no debería ser parte del Supremo, creo. Al final son valoraciones de una norma con carácter más político que cualquier Ley.
Pero desde luego merece que el nombramiento no sea una cuestión de sometimiento. Proponer a alguien y controlarlo son cuestiones muy diferentes que desgraciadamente hoy se mezclan.
JMF: ¿Cómo ves el futuro inmediato de esta Legislatura?
AS: Igual que el pasado inmediato; dependiente de quienes no tienen más interés que el de beneficiarse de España para su propio interés.
JMF: Pues vamos listos…
AS: Cuando los ciudadanos compran polarización, les llega esto. Es como comprar por Internet, una cosa es la foto del producto y otra lo que te llega.
JMF: Insisto que vamos listos. ¿No ves elecciones generales a corto plazo?
AS: No le interesan nada al actual gobernante. Y si algo hemos aprendido es que solo hace aquello que le beneficia.
JMF: Gracias Alberto, sigues en forma. Un abrazo y hasta muy pronto.
AS: Un placer, como siempre. Que nos veamos pronto. Saludos!
JMF: Saludos!