Conversación tranquila de @jmfrancas con Miguel Carrillo(@Miguelmito). Padre en lucha por la custodia compartida
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JMF: ¿Cuál es tu lucha?
Miguel Carrillo: Conseguir que mi hija disfrute tanto de su padre como de su madre por igual, que ambos compartamos la responsabilidad de la crianza, y en definitiva que podamos compatibilizar el desarrollo de nuestras actividades paterno-filiales con nuestro desarrollo profesional puesto que ambos ocupamos puestos de carácter directivo en nuestros trabajos. Es decir, romper con la actitud bajo mi punto de vista machista de responsabilizar a la madre de mi hija de su crianza, y a mí de conseguir dinero.
JMF: ¿Dónde está el problema? Es de lo más justo compartir…
Miguel Carrillo: Es de lo más justo, y no sólo eso, todos los estudios científicos avalan que la custodia compartida es la mejor opción para los niños en procesos de separación y divorcio. En algunas comunidades autonómicas como Cataluña, la custodia compartida es la opción prevalente en caso de ausencia de acuerdo, pero en Andalucía pese a toda la jurisprudencia del tribunal supremo en la práctica no se conceden. Estamos sujetos a un estudio psicosocial que realiza un gabinete “alegal” donde se pronuncian sobre la idoneidad de conceder custodia compartida o exclusiva en función de su criterio. En mi caso en el estudio psicosocial consideraron que yo reunía todos los criterios de conocimientos, interés, recursos económicos, tiempo disponible, etc. para ejercer la custodia de mi hija, pero recomendaron que fuera exclusiva para la madre atendiendo a un criterio de edad de mi hija, que tenía 2 años y medio en el momento del estudio.
JMF: ¿Gabinete alegal?
Miguel Carrillo: Sí, sus funciones se enmarcan en una exigua referencia al artículo 92 del código civil. El mismo defensor del pueblo andaluz, Jesús Maeztu ha pedido en diversas ocasiones que se clarifiquen sus atribuciones, ya que son considerados otros “chiringuitos” de la junta de Andalucía.
JMF: ¿Quién compone estos gabinetes?
Miguel Carrillo: Habitualmente una psicóloga colegiada, y asistentes sociales. El problema es que por la falta de recursos se externalizan en empresas que hacen peritajes y valoraciones, y se da el caso de que ni siquiera tienen la capacitación formativa necesaria. Asimismo los criterios no están definidos y estamos expuestos a la visión personal del psicólogo que realiza la entrevista.
JMF: Y lo que deciden, ¿lo visa un juez?
Miguel Carrillo: En mi caso me citaron en dos ocasiones, puesto que a la primera mi exmujer no se presentó con mi hija, y en la segunda llegó una hora tarde por que venía del juzgado de violencia de género de interponer una demanda, es decir, se presentó a la psicóloga que había de evaluarme con mi hija, su abogado y una demanda de violencia de género debajo del brazo para influir en su criterio. El juez habitualmente en Andalucía suscribe la recomendación del estudio psicosocial al 100%.
JMF: ¿Me hablas de lo que se entiende por una denuncia falsa?
Miguel Carrillo: Mi sentencia de divorcio calca al 100% la recomendación del estudio psicosocial, y es lo habitual en casi todos los casos. No se puede hablar de denuncia falsa, puesto que para que sea considerada así tiene que haber una sentencia condenatoria, y en mi caso no existe. Yo de las denuncias que he sufrido (3 de violencia de género y una de obstrucción a la justicia de su abogado) tengo archivo definitivo en una, y dos en fase de instrucción y para la última tengo juicio rápido ya.
JMF: Si una denuncia no llega a sentencia, ¿no se considera falsa?
Miguel Carrillo: Cuando se habla de un porcentaje mínimo de denuncias falsas se falta a la verdad, puesto que es casi imposible una condena al que la pone, la fiscalía no actúa de oficio y hay muy pocas posibilidades de conseguir una condena. En mi caso de la denuncia que tengo finalizada pasé por un sobreseimiento en primera instancia al que recurrieron, un archivo en segunda instancia, y un tercer archivo en el tribunal provincial. Es decir, tres absoluciones, y no se considera denuncia falsa ni instrumental. De las otras denuncias llevo en dos de ellas casi dos años de lucha, con una inversión de miles de euros en abogados, peritajes, aportando pruebas, etc, y a lo único que opto es a mi absolución, no puedo conseguir que a ella la condenen, eso sí, a su abogado lo voy a llevar ante el comité deontológico del colegio de abogados.
JMF: ¿Por qué no puedes conseguir que la condenen?
Miguel Carrillo: Por ejemplo en la primera denuncia ella por una avería de su coche decía que había sido manipulado para que explotara. En la denuncia lo que decía era que “sospechaba” de mí por que yo era ingeniero y se supone que tenía unas llaves de ese coche. Aportó un papel del concesionario pero ninguna prueba de sabotaje ni por supuesto de mi implicación en los hechos. La palabra clave es “SOSPECHA”. Con eso la policía abre diligencias, te llevan a comisaría y luego al juzgado, y si no estás bien asesorado puedes firmar una sentencia en conformidad para terminar con esa pesadilla. Si lo haces estás perdido por que serás un “Maltratador de por vida”.
JMF: Y, ¿si no lo haces?
Miguel Carrillo: Por esta sospecha yo me enfrenté a un juicio de divorcio por la custodia con la lacra de una tener un procedimiento abierto en violencia de género. Es decir, no está penado que un abogado sin escrúpulos redacte una denuncia que no va a tener ninguna consecuencia para su defendida y todas para un hombre que quiere la custodia. A esta gente es a la que hay que perseguir para evitar que ejerzan una profesión con tantísima responsabilidad. Si no lo haces te enfrentas a como poco tres juicios, pero tienes el de divorcio en paralelo con un la marca de ser un posible maltratador. Poniendo la denuncia ganan siempre.
JMF: ¿Hay abogados que aconsejan inventar y poner la denuncia?
Miguel Carrillo: Por desgracia sí. Y se acabaría con el problema si hubiera penas de inhabilitación para ellos.
JMF: ¿No las hay?
Miguel Carrillo: Yo después de gastar mucho dinero lo más que voy a conseguir es que le den un “tirón de orejas” en el comité deontológico. Y casi nadie está dispuesto a llegar hasta el final como yo voy a hacer, lo que quieres es terminar, pero creo que socialmente soy responsable de que este abogado no represente jamás a ningún padre o madre en un procedimiento de familia.
JMF: ¿Son los abogados y es la Ley?
Miguel Carrillo: El gremio de la abogacía es muy endogámico, de entrada es muy difícil conseguir que te representen contra un abogado ante el comité deontológico. Se protegen entre ellos y tienen claro que es su negocio. Yo por suerte cuento con un bufete de mucho prestigio y con una vocación de servicio excepcional con un compromiso total hacia la justicia, por lo que es posible esa vía. Existe un delito de Obstrucción a la Justicia con penas de hasta cuatro años de privación de libertad, que es dónde se enmarcaría la responsabilidad de un letrado en la promoción de una denuncia falsa, pero si ya es difícil conseguir que la mujer que denuncia unos hechos ficticios sea condenada por ello, conseguir que lo haga su abogado es directamente imposible. La única forma sería que lo confesase, entre otras cosas por que aunque se intercepte una comunicación entre ellos no se podría usar, ya que esas comunicaciones son privadas y están amparadas en el secreto profesional. Con la ley actual no es viable conseguir una condena a un abogado por promover una denuncia falsa. La única vía actualmente viable es recurrir al colegio profesional a denunciar mala fe y mala praxis.
JMF: ¿Bajo qué leyes se ampara todo esto?
Miguel Carrillo: Las competencias en violencia de género están transferidas a la mayor parte de las autonomías, por lo que dependerá del lugar. La ley Andaluza que se modificó en Julio de 2018 tiene algunos puntos directamente demenciales, como este párrafo literal “A efectos de la presente Ley, se considerarán víctimas de violencia de género y tendrán reconocidos los derechos de esta norma sin necesidad de interposición de denuncia”. Esto implica que es un trabajador politizado de un ayuntamiento (habitualmente del centro de la mujer) el que otorga el papel de víctima. Si a una mujer se le considera así implica que el divorcio va a un juzgado de violencia, lo que imposibilita la compartida, le conceden orden de alejamiento, lo que dificulta enormemente ver a tus hijos, y tiene acceso a múltiples ventajas tanto económicas como de preferencia hasta para la elección de colegio. Es decir, si vives en una ciudad gobernada por Podemos o el PSOE tienes un riesgo extremo de ser considerado un maltratador. Nuestro sistema jurídico ha de ser garantista, y yo tuve la “suerte” de ser denunciado antes de esta ley, por lo que después de tener que ir a comisaría, mi caso lo analizó una jueza y una fiscal, que consideraron que no existía ningún tipo de delito y dictaron sobreseimiento, por lo que ni mi hija ni yo sufrimos las consecuencias de una orden de alejamiento, y actualmente duerme en mi casa el 43% de las noches.
JMF: ¿En Andalucía no actúa un juez?
Miguel Carrillo: Con la remodelación de la ley de Julio el papel de víctima lo puede otorgar el personal de un ayuntamiento sin necesidad de pasar por la policía ni por el juzgado. Es decir, una verdadera locura.
JMF: Entonces, ¿dónde está el escándalo cuando VOX habla de cambiar la Ley?
Miguel Carrillo: El escándalo está en la ley. Los medios de comunicación que acusan a VOX de promover el maltrato no creo que se hayan molestado en leer la ley. Es un escándalo que Susana Díaz pusiera a disposición de Juana Rivas los recursos jurídicos de la Junta de Andalucía en un secuestro parental. La ley directamente como poco es aberrante, y el que la defienda lo hace o por no conocerla o por puro interés económico o partidista. La violencia de género existe, las leyes actuales no funcionan para combatirla, puesto que los asesinatos no han bajado, pero sí se han multiplicado las subvenciones e inversión pública en organismos superfluos que se usan para comprar votos. La clave está en evitar que en procesos de divorcio se usen las ventajas de poner una denuncia falsa, puesto que retira recursos a las mujeres maltratadas de verdad.
JMF: Gracias Miguel, ánimo en tu batalla, ayudarás a muchos.
Miguel Carrillo: Gracias a tí.