¿Quién manda en España?
La Constitución revela y proclama la decisión vinculante de los españoles de 6 de diciembre de 1978: «España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho», art. 1°. 1.
Ahora bien, si es cierto que el acuerdo de 20 de mayo del 2020 lo ha redactado EHBildu, es que este partido de ETA-Renovado ha determinado la política laboral *íntegra», con sus 221.073 de votos populares emitidos el 10 N 2019, entre los 24.507.715 votos válidos emitidos (menos del 1%) en España, que con menos de ese 1 % ha logrado grupo parlamentario propio de 5 miembros con el mismo derecho al uso de la palabra en el Parlamento que el menos minoritario de 120 diputados.
Eso sí, Mertxe Aizpurua de Bildu ha obtenido el «acuerdo con» Echenique de UUPP y con Adriana Lastra, ¿lastre?, del PSOE.
La Comisión UE marca a España, el idéntico día 20, ¡qué coincidencia!, las líneas a seguir para que la economía española no sufra más por el virus-19, aconsejando “tomar todas las medidas necesarias para la recuperación de la pandemia, incluidas las de proteger el empleo, garantizar liquidez a pymes y autónomos, y movilizar la inversión pública y privada”.
En definitiva, el acuerdo demuestra que no hay más razón que la sinrazón de que Aizpuru se impone a Echenique, el cual manda en Lastra, quien se impone a Sánchez y a otros ministros de este Gobierno para la destrucción de la convivencia entre los españoles, pues Iglesias de UUPP de madrugada ha ratificado el acuerdo, mientras que Calviño se ha opuesto y hasta Ávalos ha tratado de desmarcarse. Y Pedro Sánchez cierra el debate, en su comparecencia a las 14 h del sábado 22, respaldando, con la autoridad del Gobierno, que es un equipo de “variadas sensibilidades” pero unido: vale el acuerdo con EEBildu y manda Mertxe Aizpurua . Un 0,8% manda sobre el 100%.
Vuelvo a la pregunta formulada de otro modo: ¿Manda ya el caos?
La decisión tiene notas de alerta: margina al Consejo de ministros, a los de Economía y de Seguridad Social, a Mendía la líder del PSOE-PSE-Ee, y a decenas y decenas de asesores digitales que acumulan pocos desastres de la magnitud de este acuerdo; es desconcertante menos para quien lo toma como la mejor noticia que cabe esperar para sus fines públicos confesados con reiteración leninista totalitaria.
Vivir es resistir decía el Nobel Cela. A veces, cuando no hay que limpiar la resistencia de pasividad, cómo venimos haciendo sin caer en la cuenta.