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UE, falta de liderazgo
Estamos escuchando con demasiada frecuencia que 2024 será un año muy importante para los europeos, como si fuera el Año de Europa, empleado por antonomasia de la Unión Europea. Habrá elecciones, sí, pero siguen siendo unas elecciones muy poco populares ya que la inmensa mayoría de los ciudadanos de España y de otros Estados miembros de la Unión desconocen la diferencia entre las Instituciones Europeas y sus funciones.
Sin ir más lejos, ayer terminó el Consejo Europeo extraordinario que tuvo lugar los días 17 y 18 de abril. Algunos allegados me preguntaron por la diferencia entre este Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea y el Consejo de Europa. La confusión es total y la culpa no es de los ciudadanos de la Unión Europea sino, más bien, de la falta de información y el poco interés de la UE en simplificar el embrollo de títulos de instituciones, presidentes, etc. No puedo abstenerme del chiste americano cuando desde Washington se sorprendían que la UE tuviera un presidente de la Comisión Europea, otro del Consejo, etc.
Efectivamente, la reunión del Consejo Europeo como Institución que define y promueve la política y las prioridades de la UE, tenía en la agenda temas tan importantes como la ayuda a Ucrania, las relaciones con Turquía, la situación en Oriente Medio, con referencia a Líbano, Siria y al conflicto Irán-Israel tras la tragedia de Gaza.
Pertenecen al Consejo Europeo los jefes de gobierno (primer ministro o canciller federal, en el caso de Alemania y Austria) o jefes de Estado (como es el caso de Francia, Chipre o Lituania). Además, forman parte del Consejo Europeo su presidente, actualmente Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, actualmente la señora Ursula von der Leyen.
Ha habido algunos acuerdos sobre la imposición de sanciones a Irán con motivo del ataque aéreo con diversos proyectiles sobre suelo de Israel, en el contexto del salvaje ataque y secuestro de indefensos civiles por parte de Hamas y la desproporcionada reacción del gobierno del primer ministro Netanyahu, causando miles de muertes inocentes, y el ataque al consulado iraní en Damasco. Se ha hablado de paz, pero nadie pone los medios. La desinformación y las tendencias ideológicas han estado presentes con la calificación de “democracia” frente a la “teocracia” para encubrir corrupciones y prácticas terroristas.
También se ha acordado que la UE continuará la ayuda económica, humanitaria y militar a Ucrania, a la que se han destinado desde el comienzo de la invasión rusa más de 140.000 millones de euros, de los que alrededor de 33.000 millones han sido ayuda militar.
La falta de una política exterior común en la UE frente a los diferentes desafíos y de una coordinación entre las Instituciones de la Unión no dan los frutos que se podrían esperar. De hecho, el presidente del Consejo Europeo solicitó al ex primer ministro Enrico Letta un informe sobre competitividad frente a Estados Unidos, China, India, etc., además del establecimiento de un fondo para la financiación de las empresas tecnológicas, el relanzamiento de una política industrial común y otras políticas activas para no perder el tren del futuro. Haciendo gala de discrepancia, la presidenta de la Comisión Europea encargó otro informe y Mario Draghi advierte de “un cambio radical necesario en la UE”. Todos llaman la atención sobre la necesidad de financiación cuando lo que se necesita es una mejor gestión de los fondos existentes.
Los que hemos defendido una Europa unida deseamos una Unión Europea fuerte, con una política industrial sólida, una política agrícola eficiente y autónoma, una política exterior que garantice los intereses europeos y una política de defensa común disuasoria e independiente de los bloques. Que sea nuestro el lema “Europa primero” y “Hagamos Europa grande nuevamente”.
Como he señalado en numerosas intervenciones sobre la Unión Europea, el problema es una falta de liderazgo en las Instituciones, la UE actual no es la Comunidad Económica Europea con el eje París-Berlín, fundamentalmente impulsado por el presidente francés De Gaulle y el canciller alemán Adenauer, pues ahora el presidente Macron y el canciller Scholz no están a la misma altura. Claro que tampoco tenemos a un Jacques Chirac en la presidencia de la Comisión Europea. Las elecciones al Parlamento Europeo serán en junio y veremos si los ciudadanos confían en sus Instituciones.
CARLOS PUENTE, Doctor en CC. Económicas, Licenciado en Derecho, Derecho Europeo y Politólogo. Analista político-económico
La carencia de verdaderos líderes es más que evidente y no tenemos más que mirar en nuestro país.