La política, un lastre para la ciencia
Hace tres años España se confinó. El Gobierno declaró el estado de alarma por la pandemia. El coronavirus irrumpió en nuestro día a día y marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. Solo en España ha dejado casi 120.000 muertes oficiales, además de más de 13,5 millones de contagios contabilizados. Y en todo este tiempo ¿qué lecciones hemos aprendido tras los estragos del virus?
La primera: en la ciencia médica especialmente, la inversión no es que sea necesaria, es imprescindible. Durante la pandemia “se han hecho muchas cosas mal, pero muchísimas muy bien”. Entre ellas, conseguir vacunas y fármacos en tiempo récord y también la alta cobertura vacunal de la población española.
La segunda: la necesidad de que existan las especialidades de Urgencias y Enfermedades Infecciosas, que en países de nuestro entorno sí existen y aquí no, a pesar de que fueron tan necesarias en la pandemia.
La tercera: No a los falsos profetas teóricamente expertos o a las comisiones inexistentes de expertos fantasmas que nunca aparecieron.
Y una conclusión: La política es un lastre para la ciencia y que afortunadamente los héroes de esta historia fueron los sanitarios, los mismos a los que ayer se aplaudían, hoy se les despiden, no se les valora o no se les paga.
Dr. Adolfo Criado Gabarro (@adolfocr12). Cirujano e ilusionista, ‘Cap de Servei de Cirurgia i Direcció Mèdica’
Ese comentario es una contradicción en si misma. La realidad, es que la obtención de «una vacuna en tiempo récord» fue algo creado por comités de expertos tan cuestionables e inexistentes en la práctica como los nuestros.
Que a estas alturas de la película todavía haya profesionales de la medicina que amparen todo lo sucedido, indica que no hacen falta más profesionales ni más especialidades, sino más profesionalidad, más sentido común, más espíritu crítico y menos cohecho. Aparte de humildad y autocrítica.
Entender la situación en base a lo que han dicho o indicado las autoridades nacionales o internacionales, es como entender Cuba en base a lo que dice el Granma.