You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber twitter: @jmfrancas
Manuel Carlos Valls nació en Barcelona por voluntad de sus padres, un pintor español y una madre suiza italiana, de ahí que domine las cuatro lenguas: francés, español, catalán e italiano. Miembro otrora del Partido Socialista francés, fue alcalde de Évry municipio del área metropolitana na de París de unos 60.000 habitantes del 2008 al 2014, para más tarde ser ministro del Interior en el gobierno de Hollande, y luego convertirse en su primer ministro. Ahora y en cierto ostracismo en Francia, quiere ser el nuevo alcalde de Barcelona.
Los catalanes siempre han mirado con ojos golosos a Francia, no solo antes por el cine de Perpiñan, “El último tango en Paris” hizo furor, y ahora por las corridas de toros, prohibidas en Cataluña y fomentadas en el sur de Francia, sino por su espíritu de la gran Europa y, quizás por el masoquismo innato, lo han hecho a pesar de las malas experiencias en sus intentos de matrimonio con el país Galo. Valls, imitando al mítico Maragall, no quiere liderar ninguna siglas sino que se presentará con una plataforma electoral no nacionalista, apoyada por Ciudadanos que le pretendía, para que el desastre Colau sea historia. La verdad es que me parece un buen fichaje si el objetivo es que Barcelona vuelva a ser lo que históricamente ha sido, lo antipueblerino. Sin obediencia a unas siglas, con experiencia en gestión y con gran capacidad de moverse bien en Europa, puede ser un salto cualitativo para la capital mediterránea.
No entiendo nada. ¿Dónde está el orgullo barcelonés de cuando tenia un hijo de primer ministro de Francia? ¿Alguien me lo explica?