El hecho es que hoy la enseñanza española vive por primera vez una huelga que abarca a todas las etapas educativas, desde infantil hasta la Universidad, para exigir al Gobierno la retirada de la conocida como ‘Ley Wert’, técnicamente denominada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Vista la unanimidad de las etapas en huelga y el generoso listado de los convocantes, estoy seguro de que la nueva ley tiene enjundia y me interesa.
Que la educación en España -hija de la LOGSE- es un desastre, lo sé hasta yo. Que en España se premia el estar en el parking del sistema educativo y no el esfuerzo, lo sabe hasta mi abuela. Que el sistema educativo español persigue la uniformidad y castiga al que destaque, es evidente. Que cuanto más burros, más iguales y más torpes mejor se nos manda, lo sabe el que gobierna. Conclusión: ¡Socorro!
La Ley Wert suprime educación para la ciudadanía, ya era hora. La ley Wert apuesta donde procede por el bilingüismo, qué menos. La Ley Wert potencia la enseñanza de la lengua, los idiomas y las matemáticas, me gusta. La Ley Wert promueve los exámenes de ciclo, menos mal. La Ley Wert premia el esfuerzo, aleluya. La Ley Wert, aunque tímidamente, avanza en la autonomía de centros, la autoridad del director y la separación por aptitudes de los alumnos, por fin. No sé cómo acabará la Ley Wert, hasta es probable que el ministro se aconeje y se la coma con patatas, pero si hace todo lo que se ha atrevido a proponer, igual hasta el sistema educativo español no es el hazmerreír de Europa; ya sería hora, después de tantos años nos lo merecemos.