Cuando el río suena, agua lleva. Cuando los partidos políticos aletean es que huelen a elecciones, tienen encuestas y algo no cuadra. En esas estamos. Es muy difícil entender la política española actual sin tener presente el mensaje que ya desde hace tiempo las encuestas electorales están enviando a los responsables de estrategia de los partidos: Los partidos de gobierno caen, el bipartidismo peligra y los partidos virgenes de compromisos de gobierno suben como la espuma.
Todas las encuestas coinciden: IU aglutinará el voto de izquierdas y UPyD el voto que pulula por el centro. A pesar de la ley electoral, pensada para primar a los dos grandes muñidores de la política española y enterrar a los díscolos, tanto IU como el partido de Rosa Díez pueden experimentar un gran crecimiento en votos y, a pesar de que cada escaño les cuesta una millonada de papeletas electorales, incrementar de manera muy notable su representación en el Congreso de los Diputados siendo claves para la gobernabilidad. Es incluso posible, aunque pienso que muy difícil e improbable, que la suma de PP y PSOE no llegue por primera vez al 50% de los votos.
UPyD -en suma Rosa Díez-, al igual que Ciutadans de Albert Rivera en Catalunya, representan el político que opera por principios más prácticos que ideológicos y es fiel a su programa, algo que los dos partidos de siempre casi nunca han hecho. Mientras los de siempre priman lo políticamente correcto y gobiernan en base a las encuestas en búsqueda de los votos por encima de cualquier otra consideración, ellos se arriesgan a ganarlos o perderlos defendiendo su modelo y sus principios y cada día más votantes buscan eso: la coherencia del que no engaña, al menos hasta ahora.
Ventajas: Incorporarán aire fresco y tan solo con su comportamiento denunciaran tics del viejo político acomodado al conformismo, con ellos sabemos a qué atenernos. Inconvenientes: son una caja de sorpresas e ideológicamente tienen poco fondo que suplen con algunos principios muy básicos llenos de sentido común. A pesar de su bisoñez, cuanto menos en el gobierno, y sus demasiado raquíticos programas, bien merecen una oportunidad. Sin duda, y a pesar del riesgo que supone votarles, vale la pena dársela.
Tenemos muy graves problemas en España, Josep, evidentemente la gestión política, uno de ellos. Los gestores no son fiables, ni estos que están, ni los que llegan con hambre de ser, de hallar, o alcanzar no sé qué cotas. Existe un punto de reflexión que debiera servirnos, y es este: Cuando los pueblos o sociedades, establecen formas de envilecimiento y permanecen en ellas, otros que llegan las mejoran en la tendencia de hacerlas peores o mejor consolidarlas en su provecho.
Por tal razón, los que llegan no me merecen credibilidad ninguna, porque vienen de lo que han permanecido aprendiendo, y posiblemente, cuando el poder los corone, olvidarán, tanto más cuanto son inmaduros, los buenos propósitos o tenderán a disfrazarlos prontamente.
Otro hecho es constatar que la izquierda es fiel a sí misma, a su dios: el Poder. Rosa D. es socialista, ha aprendido socialismo y ya hemos visto lo que el socialismo ha realizado en España los últimos 30 años, sin contar con la guerra que propiciaron y otros males en el 34. La moral no es precisamente la capa con la que se invisten. Dice el Señor, «por sus frutos los conoceréis». Los frutos de la izquierda, se llame socialista, verdes, o como guste, es cierto: los conocemos. Son amargos. Lo incomprensible es que todavía en Europa se les siga dando cancha, algo que ellos en sus sistemas totalitarios, no dan a ningunos.
El otro chico, Albert, parece majo. Tiene movimientos de estratega, pero en verdad NO SABEMOS lo que piensa. Le oí en cierta ocasión, realizar un comentario, que me hizo pensar mucho, pues le tenía simpatías como político. En cierta tertulia afirmó con contundencia, que «había que quitar los crucifijos de las escuelas, de la vida pública»… Alguien puede pensar que soy fanática, pero nada de eso. Reflexiono en esa incompatibilidad cerril, que lo es, y antidemocrática del todo, porque ya trata de mostrar injerencia política allí donde debe acoger con respeto, las raíces de esta España, su tradición y su eje cultural, el cristianismo. Me contaban de pequeña una anécdota: Un hortelano tenía en su huerto un nogal precioso, pero estéril. No había forma de que diera un sólo fruto, y no lo dio ningún año. Al final se secó, lo cortó y vendió el tronco a una ermita que lo quería para hacer un santo. Cuando el santo ya estuvo en la hornacina, se acercaba a él y le decía: «Los milagros que tú hagas, que me los digan a mi».
Quiero decirte Josep, que «la boca dice lo que contiene el corazón», y si éste joven no precisa a Cristo, sus milagros no serán muchos, y no buenos, porque ya considera que el poder humano está por encima del poder de Dios, le estorba convivir con él y que otros lo hallen. Los que adoran a la política, no suelen amar mucho a los hombres. Tarde o temprano, los traicionan y les mienten. ¡Ojalá me equivoque!
Muy bien, Rosario. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dices, pero tal y como lo planteas,…¿qué solución se te ocurre a ti? Porque si ni A ni B ni C son aceptables porque ya demostraron su catadura o porque han conocido un determinado estilo de gobierno (aunque B aún no ha gobernado) y C dijo algo que te hizo desconfiar (pienso yo que con razón), ¿Qué se puede hacer? Porque admitirás que el autogobierno individual no es factible en este país. No todos estamos ética ni moralmente preparados para semejante grado de libertad (Si con rienda y bocado va el país como va, imagínate sin ello…)
Yo estoy por la renovación y quizas porque estoy en Cataluña no tengo tantas dudas como Rosario. Tengo claro mi voto y C’s me da mas confianza que los ambiguos psc o pp. La ventaja de C’s con respecto a los otros es que no tienen el culo vendido a nadie no deben todavia favores como les pasa a los otros, aparte dela corrupcion que en CCataluña es clamorosa con Ciu y Psc. Rosa Diez no acaba de gustarme. Ella es de la vieja guardia socialista y eso me hace desconfiar, pero habra que darle uma oportunidad. Espero que C’s cree el partido en el resto de España
Fernanda y María Robledo, os respondo, de lo que he dicho, por cosas que sé conocer. Vosotras contempláis lo existente, como si fuera lo único, pero no siempre ha sido así, y puede ser cambiado. Ahora bien, el problema es aquello en lo que se ha derivado el ser de España, alejado de toda dignidad, sentido de la verdad, honestidad y justicia. En esto los líderes todos, van a la cabeza, pero el pueblo les sigue y comparte, sus fechorías, cuando les vota, o cuando calla, cuando también procura lucrarse, mentir, y vivir del cuento, cobrando sin merecer… y practicando todo aquello que lo arruina y no es justo. Sería precisa una regeneración completa, una vuelta al sentido de Dios y a su Presencia, que nos hiciera ser mejores a todos. Por eso estos líderes, una de izquierdas (incrédula) y otro que ya abomina de los signos cristianos (o de Cristo), no me persuaden de que vayan a orientar una España tan caída y tan podrida, en el Bien. Para eso tendrían que entender qué es el Bien y de dónde procede. Ni ellos, ni la mayoría hoy, lo entienen, y en peor modo, quieren entenderlo. Saludos.