Símbolos del independentismo catalán protegiendo la intimidad de Miss Nació Catalana

Hace unos días, anticipándose a la famosa manifestación del once de septiembre, Jéssica Oliveras fue investida como Miss Nació Catalana superando a otras 40 candidatas de sendas 40 comarcas catalanas. Fuera de la pequeña e insignificante cuestión de saber a que nación representa, tengo que reconocer que esta es una de las manifestaciones más estéticas del independentismo que nos amenaza. No me arreen por machista, si fuera mujer, estaría expectante por saludar al Mister Nació Catalana, pero soy lo que soy, ¿algo que objetar?

Ahora la batalla es participar en el certamen de Miss Mundo dado que, según parece, Miss España pretende acaparar para sí sola esta opción. La verdad es que ambos certámenes son tinglados de empresas privadas y no representan más que a un loable montaje comercial y, por tanto, a mi plin, no es mi guerra.

La Miss de Mas que sepa que cuenta con mi total y masculino apoyo entre otras cosas que ustedes mismos juzgarán, porque fue capaz de intervenir para el alegato final en francés e ingles, habilidad muy desconocida en nuestro tan poblado mundillo político.

Hoy, días después, la chica, bella donde las haya, es noticia no por el certamen, de hecho poca prensa lo recogió, sino porque dado el interés de la organización «de promocionar la moda y las tendencias” ha posado -con poca moda y una tendencia más bien del todo natural- en la conocida revista Interviu. Además de brindarnos nuevos usos de los símbolos de la independencia catalana, reducidos casi a meros cinturones de castidad -al menos visual-, declara que «se ha desnudado para exaltar la belleza femenina catalana». Bonita función, se la agradezco de parte de todas las féminas de mi familia, pero que no sufra y se sacrifique por ello, las mujeres catalanas exhalan, cuando la tienen, belleza en cuaquier situación con cualquier trapito y a todas horas.