Conversación tranquila de @jmfrancas con Julio Rubio, educador social y autor de “El Parque” y “Decimocuarto Asalto”.
Tuitter: @jmfrancas Web: http://sinpostureo.com You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber
JMF: ¿De qué tratan tus libros?
JMF: En “El Parque” se describe la situación que vivimos hace dos años con los niños de la calle en nuestro barrio, todos tutelados por la Comunidad de Madrid, el maltrato en los centros; maltrato físico, mediático, documental, institucional, sanitario… Se visibiliza cómo se comporta un maltratador, en este caso la Institución, que igual que un maltratador en violencia de género es amable, amigable, sociable exteriormente, pero que en la intimidad es un auténtico perverso, sádico. La intención era visibilizar desde las experiencias vividas una realidad invisibilizada socialmente: los niños y chavales de la calle, el maltrato de las instituciones de menores.
“Decimocuarto Asalto” es mi primer libro y desde experiencias y vivencias personales se hace una crítica al mundo de la intervención social, ONGs, cooperación… Es la muerte de la inocencia o ingenuidad de un “educador social”, el descubrir más allá de las caras bonitas de las instituciones y ONGs.
JMF: ¿Por qué perdiste la inocencia?
Julio Rubio: Al involucrarte personalmente en la vida de los chavales y chavalas y ver la realidad desde su perspectiva muere inevitablemente la ingenuidad, si alguna vez la hubo (en mi caso si) hacia el mundo de las ONGs (institucionalizadas), las propias instituciones de infancia, la cooperación internacional, etc.
JMF: Pero ¿qué les pasa?
Julio Rubio: Que en un sistema capitalista todo se hace mercancía, y la propia pobreza no escapa a esto. A los pobres o se les mata (como pasa en el Mediterráneo) o se les hace rentables: la industria de lo social, puestos de trabajo, ONGs (institucionalizadas), centros de menores privados… Instituciones que no resuelven problemas, sino que viven de ellos, y de hacer esos problemas más grandes.
JMF: ¿Esto pasa actualmente? ¿Es excepcional o es lo habitual?
Julio Rubio: Es la norma, habitual.
JMF: ¿A qué llamas ‘industria de lo social’?
Julio Rubio: Mercado laboral (trabajo social, educación social, integración social…), instituciones privadas subvencionadas, la administración pública… que viven de la pobreza y de los problemas sociales, sin generar soluciones ni denunciar sus causas.
JMF: ¿Por qué ocurre esto?
Julio Rubio: Porque en un sistema capitalista todo se vuelve mercancía, hasta la propia pobreza o los problemas sociales.
JMF: ¿Qué habría que hacer para que no ocurriera esto?
Julio Rubio: Denunciar las causas y no vivir de ellas. Ejemplo; los niños están en la calle todo el día porque sus padres trabajan 12 horas al día para pagar una vivienda. Solución de la institución: poner educadores de calle. No, la solución es que los padres tengan una jornada laboral de 6 u 8 horas, derecho a una vivienda… La solución es respetar los derechos humanos, los derechos fundamentales. La educación social tiene la capacidad de convertir un problema de derechos humanos en uno pedagógico-psicológico.
JMF: La jornada laboral ya es de ocho horas…
Julio Rubio: En el papel.
JMF: En la legislación…
Julio Rubio: Si el papel no se cumple es una cáscara vacía. Los derechos humanos no se cumplen.
JMF: ¿Las leyes tampoco?
Julio Rubio: Jajaja pues claro que no… Esa es la ingenuidad que muere en “Decimocuarto Asalto”.
JMF: Hablas de ONGs institucionalizadas, ¿a que te refieres?
Julio Rubio: A que no son independientes de la Institución.
JMF: No te sigo, pense que todas las ONG funcionaban igual…
Julio Rubio: No hombre jajaja.
JMF: Cuéntame un poco.
Julio Rubio: Una ONG es desde una asociación vecinal, un centro ocupado… hasta fundación. Es un cajón de sastre.
JMF: Y cuáles son las problemáticas…
Julio Rubio: Pues que la institución absorbe todo y lo de “no gubernamental” pasa a “si gubernamental” jajaja.
JMF: Y ¿gubernamental quiere decir ‘mal vamos’?
Julio Rubio: Gubernamental es que lo controla el Estado, y el estado tiene unos intereses.
JMF: ¿Me estás defendiendo la iniciativa privada y libre?
Julio Rubio: Claro jajaja, sino no son ONGs sino OSGs jajaja. ¿Cómo voy a denunciar al Estado si el Estado me paga?
JMF: ¿OSGs?
Julio Rubio: Organizaciones SI gubernamentales. Una cosa es el Estado y otra organizaciones de denuncia. Por ejemplo, Amnistía Internacional, denuncia la violación de derechos humanos que hacen los estados. Es una organización independiente. No acepta dinero de los estados, porque si aceptas no podrás denunciarles. A ver, una ONG tiene que ser fundamentalmente de denuncia y un Estado debe garantizar los derechos.
JMF: ¿El mal está entonces en las subvenciones?
Julio Rubio: La subvención empleada con una intención de control.
JMF: Lo serán todas, quién paga manda…
Julio Rubio: Y quién cobra calla jajajaja.
JMF: Y se deja mandar.
Julio Rubio: Sí. Mira en los 90 las asociaciones vecinales fueron recibiendo subvenciones, un proceso de profesionalización, hasta que fueron muriendo. El tejido vecinal pasa a sustituirse por el profesionalismo social.
JMF: ¿Conoces los centros de menores tutelados?
Julio Rubio: Sí. Desde fuera. Nunca he trabajado dentro.
JMF: ¿Qué piensas de ellos?
Julio Rubio: Son negocios, donde los niños, niñas y jóvenes son utilizado para rentabilizar plazas, estructuras, fundaciones privadas, empresas… que han encontrado en la “protección del menor” la excusa para no informar a nadie y convertir los centros en búnkers. Y en la psiquiatría y la psicología una fórmula de violar los derechos humanos sin que se note. Ejemplos; no es lo mismo amordazar a un niño de pies y manos, que medicarle (drogarle) con diazepán; no es lo mismo encerrarle en una celda de aislamiento, que en la “habitación de reflexión”; no es lo mismo que te quite la tutela de tu hijo una monja en nombre de Dios, que una trabajadora social en nombre de la psicología…
JMF: ¿No es lo mismo? Al final si acaba siendo lo mismo…, acaba igual o ¿no?
Julio Rubio: No es lo mismo, es más perverso. Un chaval aguanta mejor las hostias de un vigilante de seguridad que un educador volviéndote loco.
JMF: ¿Los chicos como salen de estos centros?
Julio Rubio: Normalmente peor, más resentidos, con una coraza más grande. Digo normalmente porque puede haber pisos tutelados que son microclimas y funcionen bien. Pero la norma es que no. También salen más institucionalizados, con mucha dependencia de la institución, de vivir tanto en su lógica se vuelven autómatas. Se les infantiliza muchas veces, a tíos y tías de 17 años les tratan como si tuvieran 5.
JMF: ¿Qué harías tú con estos chicos para que no les ocurriera esto?
Julio Rubio: El derecho a ser oído lo primero. A partir de ahí dar al chaval, a la chavala, lo que ellos necesitan de mí. Y no al revés. Una cosa es lo que yo ofrezco al chico, y otra lo que el chico necesita. La Institución y centros de menores tienen unas necesidades, dinero, estructura… y utilizan la infancia para cubrir estas necesidades. Todo consistiría en darle la vuelta.
JMF: Tienes opinión sobre la Ley del Menor, ¿es buena?
Julio Rubio: No la conozco mucho. Pues hay varias; ley penal, convención derechos del niño… Pero el problema es uno.
JMF: ¿Cuál?
Julio Rubio: El “interés superior del menor” es interpretable. Para lo que para mí es ese interés, para la institución es el contrario.
JMF: ¿Cuál es para ti?
Julio Rubio: Ahí entra la trampa; el trabajo social o la educación social. Se le entrega a estas áreas un poder sin precedentes. Por eso se dice que los Servicios Sociales tienen el síndrome de Dios, porque sus informes van a misa. Y el trabajador social trabaja para una estructura, una institución, con su lógica y sus intereses.
JMF: ¿Alguna luz de esperanza en todo este tema?
Julio Rubio: La aplicación de los derechos humanos y eso hay que trabajarlo desde los movimientos sociales. Y para eso tiene que haber un proceso de sensibilización. Si yo te digo; “en España los Servicios sociales roban niños” la gente piensan que estoy loquísimo. Porque no ha habido una sensibilización sobre este tema. Es un tabú. Es importante romper el tabú. Empezar por ahí.
JMF: Los servicios sociales roban niños…
Julio Rubio: Sí. Para mí son secuestros. Es más desde un punto de vista psicológico el niño, la niña, lo viven como un secuestro. Tal cual. Me refiero a niños que tienen familia biológica y un vinculo.
JMF: Gracias Julio, un abrazo.
Julio Rubio: ¡¡Otro!! Gracias a ti.