Conversación tranquila de @jmfrancas con Jordi Casabona, médico epidemiólogo. Campus de Can Ruti, Badalona.
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JMF: ¿Nos está ganando el virus?
JC: Nos está castigando duro, en unos sitios más que en otros, y seguramente lo continuará haciendo durante un tiempo.
JMF: ¿Qué hemos hecho mal?
JC: A nivel global no creernos lo que era plausible y las anteriores pandemias de coronovirus (SARS y MARS) nos habían recordado. Falta de preparación y de coordinación. En España además pagamos la negligencia acumulada de no considerar a la Salud Pública una disciplina científica básica en el sistema sanitario, que requiere la misma formación y recursos que la medicina asistencial o clínica.
JMF: No hay disciplina de ‘Salud Pública’ en España?
JC: De haberla, la hay. Pero ha quedado secuestrada en el seno de administraciones cada vez más burocratizadas y partidizadas. A diferencia de las especialidades clínicas que se han desarrollado a nivel hospitalaria y académico, la salud pública no ha tenido este desarrollo. Existen grupos de investigación epidemiológica de primera linea, pero una cosa es la investigación y la otra la actuación diaria de un sector profesional que no ha tenido la formación, recursos y liderazgo que precisaba. Además en España la formación de Salud Pública es una especialidad del sistema MIR (Medicina Preventiva y Salud Pública) exclusiva para médicos y con una orientación más clínica que poblacional. Las escuelas de Salud Pública potentes en el mundo sajón, aqui no existen. Delante de un sector sin masa crítica ni liderazgo los políticos siempre han pensado que sabían de ello… cosa que no ha ocurrido por ejemplo con la cardiología o la neurología o… .
JMF: ¿Nos han llevado entonces al desastre, además del virus, los políticos?
JC: La política de salud pública de los últimos decenios en España ha contribuido a la debilitación del sector. En un momento en el que hacia falta un claro mensaje profesional y riguroso de lo que estaba pasando, este no existió. Hubo, declaraciones aisladas de expertos, pero no un claro posicionamiento de Sociedades Científicas y el cuerpo de salubristas. Cosa que por otro lado, como el COVID ha demostrado, no es garantía de que estas opiniones se tengan en cuenta. Para mi gran sorpresa los dos países con una sistema académico e institucional más potente en salud pública, Gran Bretaña y Estados Unidos, las agencias de salud pública nacionales y sus expertos, se han mantenido en un segundo plano del proceso de toma de decisiones.
JMF: ¿Qué habría que haber hecho entonces aqui?
JC: Primero, durante los últimos decenios, consolidar un cuerpo profesional moderno y con recursos en epidemiología y salud pública. Crear Agencias de Salud Pública con liderazgo técnico e independiente. Segundo, mejorar la coordinación entre CCAA, cosa que parece que en esta segunda ola empieza a pasar. Y tercero, hacer el aislamiento antes.
JMF: Estamos realmente ya en una segunda ola?
JC: La palabra «ola» se ha convertido en un tabú socialmente muy sensible que puede generar reacciones de pánico contraproducentes. Técnicamente un virus con transmisión de persona a persona como el SARS-CoV-2 siempre evoluciona con olas, mas o menos visibles, en función de los determinantes de transmisión y las intervenciones. Si se mira la gráfica de los casos, esta claro -especialmente en Madrid- que con el confinamiento, los casos bajaron drásticamente y cuando este acabó, empezaron a subir de forma exponencial. Si tenemos en cuenta esta situación y el hecho de que en otoño hay factores que favorecerán la transmisión del virus, creo que ciertamente estamos al principio de un nuevo aumento que puede ser grave en octubre y noviembre y que evidentemente podremos llamar «segunda ola”.
JMF: ¿Tan grave como la primera?
JC: Hay un dicho árabe que dice «quien predice el futuro, se equivoca aunque lo acierte». La pandemia del SRAS-CoV-2 es nueva y desconocemos muchas cosas. Personalmente creo que será distinta a la primera, pero que en numero de casos puede ser mucho mayor y que aunque los sistemas asistenciales estan mucho mejor preparados para el manejo de los pacientes, si los números son tan altos que los colapsan, la mortalidad puede también ser importante. Ahora hay una transmisión comunitaria elevada y muy transversal que en febrero -cuando se supone que llegó el virus a España- no había.
JMF: Como ciudadano, ¿tengo que cuidar la distancia, llevar mascarilla y lavarme las manos y ya está?
JC: «Ciudadano» es una palabra muy potente y seguramente hay distintas visiones de lo que un ciudadano debe/puede hacer. En cualquier caso, lo primero evidentemente, es lo que depende de uno mismo, y estas medidas que comentas son las básicas: llevar mascarilla (bien puesta !), lavarse las manos, mantener la distancia, acudir a los servicios médicos en presencia de síntomas (y eso va a ser complicado en otoño cuando lleguen los resfriados y gripes)…, pedir a los otros ciudadanos que también lo hagan…, y pedir y respaldar las intervenciones colectivas que deben facilitar las administraciones, como el estudio de contactos, confinamientos selectivos…. Entender que las conductas individuales afectan al bien común, concepto no muy consolidado en nuestras latitudes, y que a veces este tiene que priorizarse, no es fácil. Para los orientales si… y asi les va en China y Corea.
JMF: ¿Habrá vacuna antes de acabar el año?
JC: Habrá mas de una. No sé si efectivas. Pero seguro que ninguna para distribuir masivamente.
JMF: ¿Saltándose los plazos ordinarios de las pruebas de las vacunas?
JC: Nunca antes hubo un esfuerzo como el que hay para producir un fármaco o vacuna. La vacuna se ha convertido en un tema financiero y político de primer orden… y hay razones para ello. Ciertamente, se estan experimentando candidatos haciendo fases que siempre han tardado años, en paralelo, empezando la producción (y compra) antes de saber si funciona o no…, hay esfuerzos internacionales para poner un poco de rigor y estrategias como el OWS (en EEUU) o el COVAX globalmente, para facilitar al máximo la transparencia y seguridad de los procesos, la viabilidad de la producción masiva y la equidad en la distribución. Pero no va a ser fácil en plena crisis a pesar de que en estas iniciativas intervienen tanto los gobiernos, como el sector publico y el privado. La presión social y política es inmensa.
JMF: ¿No dejarán comercializar una vacuna no segura?
JC: No si hay datos que asi lo sugieren. La dificultad es tener la información de forma rápida. Los ensayos en Fase III, que tienen este objetivo, tardan años en diseñarse, implementarse y analizarse. Ahora lo queremos (y necesitamos) hacer en meses y se está siendo muy creativo en buscar nuevas fórmulas. Es evidente que a mas novedad y prisa, más riesgo. Pero personalmente, creo que será más difícil demostrar la efectividad, que la seguridad.
JMF: ¿Qué habría que hacer para prepararse para las futuras pandemias?
JC: A nivel global crear una alianza y un presupuesto para diseñar e implementar planes de preparación. Creerse, que un un mundo globalizado el problema de unos acaba siendo de todos… especialmente si este se transmite con la facilidad del SARS-CoV-2. A nivel Europeo, dotar al European Center for Disease Control (ECDC) de la suficiente capacidad técnica y política para incidir en los gobiernos. Y a nivel local reforzar las estructuras de salud pública en el terreno y los sistemas de información, para disponer de la inteligencia y capacidad de incidencia política necesaria, para forzar políticas de prevención y planes de contingencia. La insuficiencia de rastreadores en España es un ejemplo paradigmático de capacidad en terreno que no se puede improvisar. Y evidentemente educación, aun estamos hablando a los niños del lobo, como el enemigo cultural del Hombre, ya no, hace tiempo que son las bacterias y sobretodo los virus. Tendremos que encontrar un equilibrio o tienen las de ganar.
JMF: Muchas gracias Jordi, un abrazo y ánimo vienen días duros.
JC: Muchas Gracias Josep Mª por la oportunidad.