Conversación tranquila de @jmfrancas con Jano García (@janogarcia_), joven escritor amante de la política, la historia y la economía. Graduado en economía y comercio internacional. Hace tres años empezó a dar la batalla ideológica en redes sociales a través de Facebook hasta que su página fue censurada con 140.000 seguidores. Actualmente dirige el programa «En Libertad» y he comenzado a utilizar Instagram y Twitter para seguir en la brecha.
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JMF: ¿Qué te dice ‘libre pensador’?
JG: Alguien que analiza los hechos sin prejuicios o dogmas, que no pretende imponer su visión y que aceptaba la realidad, sea esta de tu agrado o no. Como gran referente, al menos para mí, Voltaire. Que lidió una dura batalla contra la Iglesia Católica que por aquel entonces era la encargada de imponer una visión de las cosas a la sociedad. A día de hoy, podemos hacer ese paralelismo con los socialistas, que están constantemente diciéndonos lo que tenemos que pensar, cómo debemos actuar y lo que tenemos que decir.
JMF: Qué molesta más, ¿ser libre o ser pensador?
JG: Pensador. La libertad no garantiza molestia, al contrario. En Europa vemos como la mayoría de ciudadanos a pesar de ser libres para informarse y poder forjar su propia opinión de las cosas, prefiere renunciar a ello y quedarse con los dogmas y los eslóganes de la demagogia barata. Los tontos útiles nunca molestan. El crítico e inconformista, sí.
JMF: Cuando hablas de ‘socialismo’ ¿a qué te refieres?
JG: El socialismo es complicado de definir porque a diferencia de otras corrientes políticas y económicas no tiene un padre fundador. Sin embargo, sí podemos decir que Robert Owen, Charles Fourier, Simon de Sismondi, fueron los que tras la Revolución Industrial, comenzaron a apostar por la vía socialista. Todos ellos, a pesar de sus diferencias, siempre apostaron por tres premisas fundamentales: 1- La limitación de la propiedad privada. 2- El colectivo debía prevalecer sobre el individuo. 3- El Estado debía dirigir la economía y limitar el libre mercado.
JMF: De eso, ¿a quién tenemos en España ahora?
JG: Es evidente que el PSOE y Podemos son partidos que creen firmemente en esas tres premisas y adoptan políticas en ese sentido. Pero tampoco es menos cierto, que el PP de Mariano Rajoy se caracterizó también por seguir esos postulados aunque no de forma tan severa. Actualmente, casi todos los partidos excepto VOX, consideran que se debe limitar el libre mercado y que la propiedad privada no es sagrada (siendo este, uno de los principios fundamentales que cualquier democracia debe respetar).
JMF: ¿Sobra Estado?
JG: En España desde luego. España está altamente intervenida tanto a nivel económico como social. La realidad es que España siempre ha estado sumida en el ”estatismo”. De monarquías absolutistas pasamos a dictaduras militares, y en los breves años de democracia que hemos tenido, los gobiernos siempre han sido intervencionistas. La prueba de ello es que España ocupa el puesto número 57 en el ranking de libertad económica.
JMF: Eso es una losa muy pesada, ¿qué sobra?
JG: Sobran instituciones públicas, administrativos públicos, políticos, burócratas y sobre todo, sobran las políticas que limitan la libertad de acción del ser humano. Los países que cuentan con mayor libertad económica, son los países que mayor nota obtienen en el Índice de Desarrollo Humano. Limitar al individuo es contraproducente. Esto no es opinable. Los hechos y la historia, demuestran que cuanto mayor libertad económica hay, mayor progreso se produce. En España actualmente hay prácticamente una mitad que está trabajando para mantener a la otra mitad que cobra o recibe ayudas del Estado. Obviamente, ese sistema es insostenible.
JMF: Pues va a más, el Estado crece y crece, mande quien mande, no solo en tamaño, sino también en competencias…
JG: Ese es el problema. Pero, no es menos cierto que los españoles son los principales responsables de que eso ocurra. El otro día leí un informe desolador del BBVA. En dicho informe, los ciudadanos españoles eran los que más creían que el Estado era el principal responsable de garantizar un nivel de vida digno (en concreto el 76%). Los españoles temen ser libres porque eso conlleva una alta responsabilidad que muchos prefieren entregar a terceras personas para no asumir las consecuencias. Luego se quejan, pero tienen lo que se merecen.
JMF: Lo ‘políticamente correcto’, ¿es imposición de la derecha o la izquierda?
JG: Deberíamos primero definir lo que es derecha o izquierda. Personalmente, creo que esos términos no están bien definidos y mucha gente los confunde. Hay gente que considera a partidos como el PP de derechas, cuando realmente las políticas que defiende son más parecidas al Partido Socialdemócrata Alemán que al Partido Popular Austriaco. Por eso, prefiero hablar de socialistas y sus diferentes vertientes, que son los que bajo la capa de lo ”políticamente correcto”, están imponiendo un discurso homogéneo para que nadie pueda disentir. Lo vemos constantemente en relación a la inmigración, el feminismo, el cambio climático, etc.
JMF: ¿Qué dogmas destacarías de lo `políticamente correcto’ que nos estén imponiendo ahora?
JG: Muchos, pero por destacar dos: la inmigración y el feminismo. Si uno defiende la inmigración controlada, la limitación de entrada de personas y la eliminación de ayudas estatales a personas que no vienen a servir al país, sino a servirse de él, eres un racista. Si tu niegas que las mujeres están perseguidas y poco menos que hay un genocidio encubierto contra ellas, entonces eres un machista. O compras su discurso, o automáticamente eres un peligroso criminal al que hay que hostigar públicamente.
JMF: ¿A quién le convienen estos dogmas si son un sinsentido?
JG: Los socialistas perdieron su batalla contra el capitalismo. A partir de entonces, no tiene sentido utilizar la lucha de clases porque no se puede obtener ningún beneficio electoral. Por lo tanto, han buscado otros mecanismos para conseguir captar el voto de la masa ignorante. Esos son temas como la inmigración, el feminismo, la homosexualidad, la mal llamada solidaridad impositiva, etc. Tienen que hacer creer a la población, que para ser buena persona, tienes que seguir esos postulados. No es nada nuevo, los socialistas siempre han apelado a los sentimientos porque a nivel racional, sus postulados no tienen ningún sentido. Siempre han fracasado.
JMF: Con estos postulados progres, ¿solo se buscan votos o hay más objetivos de fondo?
JG: El objetivo final es una sociedad carente de pensamiento propio y crítico. Es la imposición de una dictadura en la que por mucho que la gente vote, sólo se considere viable votar a opciones que defienden las ideas anteriormente mencionadas. En una sociedad inculta y aborregada, poco importa echar un papelito en las urnas cada 4 años.
JMF: ¿Cómo se lucha contra eso?
JG: Sólo hay una opción: la cultura. Alguien con conocimientos históricos, políticos y económicos, jamás podrá ser abducido por los grupos políticos que prometen cosas ridículas. ¿Usted cree que en un país culto, Errejón podría salir a decir que quiere una jornada laboral de 4 días y que se vote a los 16 años? Evidentemente no, sería el hazmerreír del personal. Pero aquí no, aquí conseguirá obtener representación política y embolsarse más de 6.000€ al mes del dinero de los españoles.
JMF: Tu programa ‘En libertad’, ¿dónde se emite?
JG: Comienza el próximo lunes. Se emitirá a través de podcast en iVoox y también en Youtube. Es posible que también se emita en la radio (La Jungla Radio), pero todavía no está cerrado el acuerdo.
JMF: Habrá que seguirte, un abrazo y mil gracias Jano.
JG: Muchísimas gracias a ti. Un abrazo.
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