El hecho es que Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM),  anunció que se encerraría junto a otros diputados de su grupo en la Asamblea de Madrid para pasar una noche en vela en defensa de la sanidad pública invirtiendo la vigilia en buscar soluciones para el conflicto actual de la sanidad pública madrileña en lo que ellos llamaban estar «despiertos por la salud» y que algún viperino del PP bautizo como la ‘fiesta de los pijamas’ del Señor Gómez.

Para echarle más leña al fuego el flamante líder socialista, conocido entre otras cuestiones más que peculiares por ser crítico con la permanencia de Rubalcaba al frente del PSOE, dedicó la mañana post encierro a pregonar por distintos medios  que había pasado la noche en vela junto a otros compañeras y compañeros del PSOE para defender que la gestión de la sanidad en Madrid no se privatice.

Manda huevos, según ha informado personal del servicio de la cámara madrileña y cuenta La Razón, el insigne ‘invictus’ desapareció a las dos de la mañana y ha vuelto para poder comparecer frente a la prensa pasadas las ocho con el fin de rentabilizar su sanitaria noche. La verdad es que no me interrogo en que ocupación, saludable o no,  invirtió tan precioso y comprometido tiempo, me basta con escandalizarme de la capacidad del líder madrileño de encarnar sin inmutarse el ya famoso refrán ‘se coge antes a un mentiroso que a un cojo’. Es verdad que fuentes socialistas niegan el hecho a título individual, aunque otras fuentes reafirman la información, supongo que tarde o temprano se sabrá lo cierto.  Si es mentira, debe denunciar la infamia y si es verdad, ¿a que espera en dimitir?