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Acaba de publicarse el Barómetro Político de Catalunya del ‘Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública’, (GESOP), en “el Periódico”, estudio demoscópico bien valorado en Cataluña. Los resultados, si es que son de fiar -que suelen serlo-, son importantes porque al menos ponen en duda alguno de los mantras del independentismo que por muy repetidos, si bien son del todo falsos, se hacen creíbles.
Si bien es cierto que un 70% de catalanes sigue pidiendo un referendum, no el 80% del dogma oficial, solo él 42,4%, no la mayoría como falsean, quieren una consulta independentista y este porcentaje va en bajada. ¿Representa esto que el independentismo pierde comba? Es probable, si bien las autoridades independentistas catalanas siguen tensando la cuerda intuyendo la debilidad del nuevo gobierno.
La realidad es que, en la inmensa mayoría de escrutinios, el independentismo no sobrepasa el 50% y que líderes secesionista muy significados ya han dicho públicamente que sin cruzar el rubicón de la mayoría, no se puede hacer nada. Tardá: «Si hay algún independentista ingenuo o estúpido que cree que puede imponer la independencia al 50% de los catalanes que no lo son, pues es evidente que está absolutamente equivocado” y , muy recientemente, Ernest Maragall: ”Somos conscientes, hasta que tengamos más del 50% no tendremos derecho para pedir apoyo internacional”. De todos modos y a pesar de cifras y declaraciones es importante resaltar que hay cuestiones que no van de porcentajes.
Hay muchas cosas que no dependen de los votos, las cosas son como son; cuestión distinta es que las personas decidan cómo quieren que algunas cosas sean; si este querer va a favor de la realidad, puede haber avance; si va en contra de ella, la cosa se irá a hacer puñetas. Con la historia, la legalidad y la proyección de futuro que es la Unión Europa en contra, los porcentajes no definen pero, cuidado, que sí lo complican todo. La batalla importante no está en el número, sino en el proyecto. En un producto bueno importa menos el precio.
No entiendo nada. ¿Podemos poner en valor lo que es España en vez de vivir a base de encuestas? ¿Alguien me lo explica?