Si bien preguntados los griegos que han ganado el referéndum votando el no, nos saldrán respuestas bien distintas, hay que suponer que todos ellos coinciden en no querer más recortes que les afecten en su vida diaria. Parece lógico que uno no vote que le dificulten su vida. Cuestión distinta es si la pregunta ¡ba bien dirigida. El Gobierno griego pide ayuda económica a los demás europeos y a estos nadie les pregunta. Si somos tan puristas de la democracia, lo lógico hubiera sido proponer un acuerdo y que todos los implicados dieran, a través de referéndum, su visto bueno.
¿Qué ha cambiado? Pienso que lo único que ha cambiado es que el Gobierno de Atenas sabe que sus ciudadanos están con él y no quieren recortes ni en las pensiones ni en el IVA. Entonces, ¿cómo se pedirá a la famosa troika la ayuda si los griegos, pueblo y gobierno, no aceptan contrapartidas en estas cuestiones? La única opción para Grecia es ofrecer una reformas que permitan al país un crecimiento sostenible pero, ¿es posible esto con el nivel de gasto fijo que soporta Grecia? Parece que no. Grecia debe reducir gastos ya para ser viable dado que la viabilidad no la da un referéndum.
No entiendo nada. Aquí el que pide socorro es el que quiere marcar las condiciones del salvamento, ¿No será que está convencido de la debilidad del prestamista, ya que sabe que este no quiere perderle como cliente? ¿Alguien me lo explica?