Hoy, Alberto Nuñez Feijóo, será investido por tercera vez, y con una nueva mayoría absoluta, presidente de la Xunta de Galicia. El líder del PP gallego representa el PP amable, este PP que desde el centro derecha pretende arrastrar los votos de todo el centro político, a diestra y siniestra, en base a buscar consensos y, fundamentalmente, a tender la mano abanderando lo políticamente correcto, salvando solo los postulados de un cierto liberalismo económico sin hacer gala de ello.
De alguna manera, representa la generación post Rajoy que ha desideologizado al PP de Aznar, para hacer un partido con las mínimas aristas posibles. Con postulados que, amparando siempre la creación de riqueza, se confunden en lo social y, sobre todo, en el modelo de hombre y sociedad con la socialdemocracia universalmente imperante. El PP amable tiende a ser un PSOE popular, pero administrando en serio.
Tanto Feijóo en Galicia como Cifuentes en Madrid, si bien tienden a limitar los impuestos, no dudan en subvencionar lo que haga falta para no tener problemas. Si bien les parece interesante hablar de natalidad y familia, no dudan en abanderar las políticas contraceptivas y abortistas amén de los modelos alternativos de eso que llaman familia. Es como si con tal de hacer lo poco de ideario que les queda, estén dispuestos a facilitar que los otros hagan lo que quieran.
No entiendo nada. No dudo que lo perfecto es enemigo de lo bueno pero, ¿tienen claro, esos adalides del PP sin aristas, lo que es bueno? ¿Alguien me lo explica?
Yo no sé si estas dos personas tienen claro eso que preguntas. Tendrías que preguntárselo a ellos si te los encuentras algún día. Yo les preguntaría más bien si tienen clara la figura de encubridor, porque con respecto a la corrupción, en caso de que no estén directamente pringados, cosa dudosa, no pueden decir que no saben nada, no han visto nada, no les han dicho nada, no estaban allí y no conocen a nadie. Los dos tienen esqueletos en el armario. ¡Vaya pareja has ido a elegir para proponerlos como modelo! Estos dos hacen bueno a Albiol, que eso solo de por sí tiene mucho mérito.
Oye, lo que viene haciendo el PP es muy gordo. Es que a su lado Trump parece un progre justiciero.