Conversación tranquila de @jmfrancas con José María Alvira, Secretario General de Escuelas Católicas (@ecatolicas), la organización que agrupa a los centros católicos españoles (con la excepción de Cataluña). En total, unos 2.000 centros, con 1.200.000 alumnos.
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JMF: ¿Qué tipo de centros tienen las Escuelas Católicas?
José María Alvira: Casi todos ellos son centros integrados, es decir con varias etapas educativas (Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, FP). Y casi todos ellos tiene concertadas algunas etapas.
JMF: ¿Es buen negocio?
José María Alvira: ¡No! Apenas sobreviven económicamente. Las finalidades de estos centros no son precisamente económicas…
JMF: ¿Cuáles son sus finalidades?
José María Alvira: La enseñanza y la educación en sentido amplio, desde una perspectiva cristiana. Sin imposiciones ni adoctrinamiento. Respetando a todos y abiertos a todos.
JMF: Y, ¿qué supone ser un centro concertado?
José María Alvira: Supone establecer un “contrato” (concierto) con la Administración pública: esta se compromete a financiar la enseñanza y el centro a cumplir ciertas obligaciones: rendición de cuentas, respetar ciertos criterios de admisión de alumnos, gratuidad de las enseñanzas curriculares, necesidad de autorización para actividades o servicios extraacadémicos…
JMF: Y, ¿cómo financia la administración un centro privado?
José María Alvira: La administración paga directamente los salarios de los profesores (pago delegado) y da al centro una cantidad mensual para “otros gastos” (personal no docente, suministros, mantenimiento,…). Esta cantidad es claramente insuficiente.
JMF: ¿La administración no cubre gastos?
José María Alvira: Teóricamente debería ser así, pero la realidad es que no cubre todo el gasto real.
JMF: Y, ¿cómo hacen los centros para subsistir?
José María Alvira: ¡Buena pregunta! Normalmente es la entidad titular (Congregación religiosa, diócesis, fundación…) quien asume el déficit. Los centros, no obstante, tratan de asegurar algunos ingresos atípicos no prohibidos por el concierto: venta de libros o uniformes, alquiler de instalaciones, otras actividades…
JMF: ¿Le cuesta menos al Estado una plaza concertada que una pública?
José María Alvira: Lo que el Estado aporta por cada alumno de la concertada es, más o menos, la mitad de lo que gasta por cada alumno de la escuela pública (unos 3.000 € por año en el caso de la concertada y unos 6.000 en el caso de la pública).
JMF: El Estado entonces se ahorra muchísimo dinero…
José María Alvira: Estas cantidades son variables según las diferentes comunidades autónomas. Las cantidades señaladas son una media. Pero, efectivamente, el ahorro del Estado es enorme. El ahorro total es de unos 6 o 7 mil millones al año.
JMF: Pero es habitual que se ponga en duda el concierto por gobiernos de izquierdas, ¿no?
José María Alvira: Algunos partidos (y grupos sociales) no ven con buenos ojos los conciertos. Son, en realidad, los que no creen en la Libertad de enseñanza consagrada en la Constitución (art.27).
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