No deja de ser curioso que, uno tras otro, los líderes de Podemos van teniendo manchas en su trayectoria. Manchas que, si bien es verdad que no merecen pena jurídica, exigen siempre explicaciones aclaratorias y en muchos casos compensación, dado que han supuesto un daño económico para terceros. Dudas cuanto no manchas en sus actuaciones que si bien no parecen delitos si son faltas y en muchos casos cambalaches que les obligan a restituir a terceros.
Sin entrar en la cuestión de la financiación del propio partido, o mejor dicho de su embrión, desde Monedero, que tuvo que hacer una paralela, pasando por Errejón, que tendrá que devover el dinero una beca que cobro sin hacer nada, hasta Echenique que gozó de asistenta sin contrato, son un mal precedente a la ahora de disculpar al Senador Espinar y su plusvalía en la compra-venta de un piso protegido.
Llueve sobre mojado, no solo en las dudas que generan esos inquisitoriales personajes, sino tambien en su afán por no predicar con el ejemplo, en no asumir nunca responsabilidades y especialmente en su manera de quitarse el muerto de encima al dar explicaciones pasándole la responsabilidad al mensajero o a la madre que pario España. Curioso este proceder del que no roba sino que sisa y se justifica por la cantidad de la cosa, por los motivos nada malvados que les lleva a ello y, sobre todo, porque los que los combaten son mucho peores que ellos.
No entiendo nada. ¿Justifica mi inmoral actuación si robo poco, el que tu robes más porque más puedes? ¿Alguien me lo explica?
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42)