La escalada verbal sobre la cosa catalana va in crescendo. Hoy por hoy solo los partidarios del sí y los partidos políticos nacionales se están pronunciando en un duelo dialéctico de fijar posiciones. La sociedad civil catalana partidaria de la situación actual, mayoritaria por cierto, una vez más calla y se esconde, no pienso que sea porque al callar otorga la razón al soberanismo, sino porque, como siempre, espera a que actúan otros.
Tengo la sensación que el soberanismo catalán intuye que en esta ‘guerra’ la última batalla es la que viene ahora. Si se pierde esta oportunidad, habrán de esperar años para que tengan otra
A falta de reacciones claras desde Catalunya solo los dos grandes partidos españoles, PP y PSOE, parecen entender este movimiento a la desesperada del independentismo. Si ellos van a echar el resto el Estado debe de hacer lo propio. Sin un total acuerdo entre PP y PSOE será imposible vencer democráticamente al soberanismo, así de claro, así de simple y así de difícil.
No entiendo nada. En su momento el pacto antiterrorista suponía que gobernara quien gobernara en España no se cedería, pero por debilidad de un socio pasó lo que pasó. ¿Serán capaces PP y PSOE de ponerse de acuerdo esta vez en lo que no se negocia y mantenerlo, gane quien gane, en el futuro próximo? ¿Alguien me lo explica?
En España y según la historia, siempre soportamos la»subliminal» tolerancia que nos lleva a esa flema de «ejecuciones serias». Y, así nos va, por mucho Viva España que digamos…