No deja de sorprendernos, al menos a los que somos partidarios de cumplir la ley como regla básica de la convivencia, la capacidad de la Generalitat de Catalunya por saltársela y cuando a raíz de alguna denuncia un tribunal interviene y condena un modo de proceder de esta institución catalana no hacer ni puñetero caso. Que el poder ejecutivo no acate las decisiones del poder judicial cuanto menos es simplemente no democrático. La ley y las sentencias de los tribunales no son ‘el pito del sereno’ más que para los dictadorzuelos.

Ahora es una decisión de la Junta Electoral Central lo que no se obedece. CiU, ERC y supongo que las CUP han recomendado a sus alcaldes que se pasen por el arco del triunfo la decisión de esta Junta de retirar las banderas ‘esteladas’ de los espacios públicos al menos en campaña electoral para garantizar su neutralidad. DE momento el efecto de este mandato es no hacerle ni puñetero caso.

No entiendo nada. Aquellos que viven gracias a la Ley, todas la autoridades públicas, ¿no se dan cuenta que al ignorarla además de deslegitimizarse en origen provocan que la reacción ciudadana acabe amparándose justificadamente en la Ley de la  Selva? ¿Alguien me lo explica?