“Antes se coge al mentiroso que a un cojo”, así reza un conocido refrán español que tiene razón en todo menos en el tiempo. Se coge sí, pero muchas veces demasiado tarde.
Mientras Antonio Hernando (PSOE) elevaba a los altares de la política a la figura de Pedro Sánchez por no haber querido ser presidente de gobierno a costa del apoyo de los independentistas, sabíamos que el tal Sánchez intentó compadrear esta idea con los poderosos del grupo Prisa y le dijeron que, de eso, nada de nada. Es curioso ese viejo proceder de los políticos de decir una cosa mientras con toda naturalidad se miente y se hace la contraria. Como muestra vale un botón: Zapatero propuso el pacto antiterrorista con el PP y en simultáneo tenía negociaciones con ETA.
Probablemente uno de los placeres intelectuales de la ‘otra vida’ será repasar esos momentos de la historia en la que, con cara beatifica, alguien nos ha llevado al huerto; al posible dolor de sentirnos engañados, opondremos el placer, sin igual, de conocer la verdad que aquí tan frecuentemente se nos oculta.
Según vamos sabiendo el secretario general del PSOE, fiel a sus mayores, ha intentado de todas las maneras posibles ser Presidente de Gobierno, saltándose las líneas rojas que su Comité Federal le impuso. Pienso que ha sido Pablo Iglesias el que no ha querido ser lazarillo de un PSOE herido casi de muerte.
No entiendo nada. ¿Somos conscientes de que España no tiene gobierno porque Pedro Sánchez escogió al que no le quería en vez de elegir al que le buscaba? ¿Alguien me lo explica?
De esta guisa canallesca se retrata así mismo, con el dolo engaño perderá votos, el tiempo lo pone en su sitio, solo la conciencia (si la tiene) no le dejará dormir, sus votantes PSOE no son tontos. Gracias por dejar poner un pensamiento.