Se ha despertado la fiera. Todo tiene un límite y los ataques personales a Guillermo Fernández Vara, han forzado a la baronesa sevillana a alzar la voz. Susana Díaz, la gran esperanza socialista, agazapada en su madriguera de San Telmo, esperaba la caída natural de Sánchez después de las elecciones vascas y gallegas que supondrán un nuevo récord en el hundimiento del partido del clavel.
La baronesa de la Giralda, buscaba una sucesión sin especiales traumas, un viento del sur que calentara a Ferraz, pero no va a ser así. Los de Sánchez han parapetado su sede, tapiando puertas y ventanas, como para defenderse de una tormenta tropical y se van a enfrentar a un huracán.
Susana le ha recordado a su agónico jefe que con ‘85 diputados’ no se gobierna nada, le ha espetado que las elecciones le mandaron a la oposición y, que esta, debe ser una oposición útil. No está mal para un solo mensaje.
No entiendo nada. ¿Por qué Pedro Sánchez no ha aprovechado para, liderando una oposición frente a un gobierno extremadamente débil, demostrar su capacidad de regenerar al PSOE ¿Alguien me lo explica?
Esta pregunta es fácil. Esa persona de la que usted me habla ocupa una posición que le queda grande, enorme, no tiene capacidad para hacerlo, no tiene visión estratégica y ni siquiera tiene humildad. Un personaje así no puede salvar un partido en crisis y mucho menos un país en crisis.
Ahora bien, si el remedio es Susana, la cosa está mucho peor. Mientras Sánchez es incoloro, inodoro e insídipo; la baronesa de la Giralda tiene todas las contradicciones del PSOE resumidas en su persona. Y viene con todas las garantías de fracaso que han sido ejecutadas en el gobierno de Andalucía.
Si quieres la desaparición del PSOE, sigue por ese camino, pero ten cuidado con la maldición del rey Midas. A lo mejor consigues lo que quieres. Ya sabes quién ocupará el vacío en la izquierda. ¿Verdad?
“Virgencita: que me quede como estaba”
Rita manda muchos saludos desde el Senado. Otro día hablaremos sobre el truco del gobierno débil con la oposición fuerte.
Es fácil, es debido a la dureza diamantina de su cabezota y a que es mas corto que las mangas de un chaleco. Si llega a ser mas tonto, nace oveja, Vamos que recordando las palabras de Cristo endilgadas a su santo Patrón (siempre he pensado que en honor a sus cortas entendederas) podría decirsele aquello de:
.
«Sánchez: Tu es Petrus, et super hanc petram, aedificare non possum. Portae Sapientiae praevalebo . Et ego tibi non dabo claves Regni Hispaniae».