El que bautizó como ‘jarrones chinos’ la figura de los expresidentes de España, visualizando así su desubicación en el Estado, no está dispuesto, en momentos especiales como éste, a ser usado sin que se oiga en directo su voz.
Después de estar en boca de todos, lo que de él se decía que pensaba, ha concedido o forzado una larga entrevista en El País, su periódico de toda la vida, donde deja clara su postura.
Para Felipe hay que superar al liquidacionismo, es decir, a Podemos y a los secesionistas y por tanto, no se debe gobernar con ellos. El momento actual y la matemática salida de las urnas exige que los partidos piensen menos en ellos y más en España y no se planteen solo formar gobierno sino poder gobernar después. Todas estas pistas conducen, inexorablemente, -no olvidemos al Senado- a un gobierno donde esté el PP.
Si en el gobierno está el PP, ¿quién más debe estar? Felipe tiene claro que podía estar Ciudadanos y al mismo tiempo, afirmó no debe estar el PSOE. ¿Por qué? Da una razón de viejo y experimentado político. Con la ‘gran coalición’ la oposición se la regalarían a Podemos. Para González, éste es el resumen de su mensaje: «Ni el PP ni el PSOE deberían impedir que el otro gobierne».
No entiendo nada. ¿Ha hecho falta Felipe González para que se dieran cuenta que Podemos busca el fin del PSOE y que la única defensa del partido de Sánchez es que gobierne el PP aunque para ello haga falta abstenerse? ¿Alguien me lo explica?