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Todos los nuevos ricos fardan de coche y de comidas exquisitas y los que pueden de yate y, si son la pera, de avión. Cuando de golpe eres el ONE de un país tienes de todo, y para algo está, es para tí, para que lo uses y, si eres un acomplejado cualquiera, para que te vean y se les pongan los dientes largos a todos aquellos que no han llegado, ni de lejos, tan alto como tu. Frente a este comportamiento tan fantasmilla, se inventó una virtud: la humildad; hasta los romanos inventaron que cuando un general victorioso desfilaba por Roma, un siervo le recordaba: “Respice post te! Hominem te esse memento!”, para  los que somos del montón y no somos ‘doctores’ o no tenemos el titulo regalado, se traduce asi: «¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre» (y no un dios).

¿Se cree un Dios Sánchez? Espero que no, lo que si creen, él y su Vicepresidenta Calvo, por cierto ¿Calvo sabe que Castellón no está en Alicante?, es que somos todos gilipollas y que nos creemos que un viaje de Estado a Castellón acaba con una “agenda cultural presidencial” en un concierto rockero. No me imagino al ‘Buscón’ de Quevedo creyéndose, además de pícaro, Dios, aunque si pensara que el resto somos tontos..

Que el Presidente de Gobierno lo sea las veinticuatro horas de cada día, es normal; que use los medios que sean propios de su cargo, coche oficial, avión, o satélite, con sus respectivos escoltas, es lo lógico; lo que no ‘vale ‘ es que actúe acomplejado y busque excusas para ello. La regeneración hay que practicarla con el ejemplo.

No entiendo nada. ¿Tan difícil es actuar con criterio y dar la cara? ¿Alguien me lo explica?