Según parece Rajoy, espoleado por el equipo que el mismo ha designado, va a seguir con su discurso económico pero orientándolo al calor de las personas en vez de seguir con la frialdad de los números. Es evidente que no solo la razón mueve al hombre, sino que el corazón hace lo suyo. Los sentimientos, como se ha demostrado en Catalunya, pesan a la hora de votar. Los de Rajoy quieren para su líder que no abuse del raciocinio y encandile al votante llegándole al corazón. Si la economía no está al servicio del ciudadano, ¿para qué sirve? Si no se gobierna para las personas, ¿qué ganamos votando?
No entiendo nada. Es evidente que la frialdad de los números poco mueve y que usarnos solo de paganos y votantes es un abuso. Llegan elecciones, ¿solo apelarán al miedo a que vengan otros? ¿No es mejor que el político se comprometa a un proyecto en el que nos veamos protagonistas? ¿Alguien me lo explica?