Después de treinta y siete años Convergencia y Unió pasa a ser Convergencia o Unió. Se acabó lo que se daba, la coalición –el matrimonio- se rompe –se divorcian-; ¿Eran cónyuges y se acabó el amor? ¿Era un matrimonio de conveniencia y desapareció el interés? Pienso que el amor murió hace mucho y que el interés desapareció cuando Mas decidió echarse en brazos de Esquerra. Esta pareja política había superado multitud de crisis siempre iniciadas porque uno de ellos buscaba más preeminencia, al final todo era reconducible porque era más lo que les unía que lo que les separaba y en el fondo les iba bien. Ahora, cuando Mas y los suyos han querido anular la personalidad de Unió, todo se ha roto. Unió entiende que tiene vida propia y quiere ser ella misma.
El objetivo de unas elecciones plebiscitarias obligaba a los de Durán a tomar postura y la han tomado. Por muy poco, 51%, han votado que son distintos. Son nacionalistas pero no necesariamente hasta el separatismo y quieren ocupar el espacio político que en su momento dio razón de ser a la primera CiU de Pujol.
No entiendo nada. Unió quiere vida política propia pero ¿es posible un nacionalismo no separatista? ¿Alguien me lo explica?