Da toda la sensación que la batalla en Podemos es más personal que política. Probablemente, sobre un sustrato de algún matiz ideológico, se han sumado unas desavenencias estratégicas, que han dado paso a un abismo personal. El Podemos de los primeros momentos, Vistalegre I, se está a punto de convertir en el Puedo del Vistalegre II. Los cadáveres políticos empiezan a ser demasiados. Primero desapareció Monedero aunque por cuestiones bien distintas, luego fueron cayendo personajes como Luis Alegre, Sergio Pascual, José Manuel López y ahora Carolina Bescansa que ya han desaparecido del politburó del partido. Queda la batalla Iglesias frente a Errejón y queda sobre todo ver que le espera al perdedor después de la contienda.
Se supone que todo esto obedece a cuestiones ideológicas y organizativas, pero hay que ser muy experto para profundizar en estas sutilezas: ¿un metro más a la izquierda, quizás dos metros menos? ¿Más calle que instituciones? ¿Más agresividad frente a más amabilidad? Sin duda en un Congreso de Ciencias Políticas todas estas cuestiones serían de la mayor importancia, pero ni intelectualmente están para ello, no les veo discutiendo de filosofía política en serio, ni se han conformado con una labor intelectual. Están en la política real, buscan, como el resto, el poder a toda costa y harán, como hacen los demás, de su capa un sayo para conseguirlo.
No entiendo nada. ¿No será que el problema real no está en qué somos, sino en quién manda y, como los en viejos partidos comunistas, por mucho politburó que haya, solo sobrevive y manda uno? Alguien me lo explica?
Como te decía hace un par de días, los españoles venimos arrastrando malamente una terrible incapacidad para dialogar, comprender, ceder, negociar, buscar consensos, generar acuerdos y pactos. La cultura española va por el todo o nada, conmigo o contra mí, victoria o muerte, porque lo digo yo, aquí se hace lo que yo diga, etcétera.
No es un problema de Podemos, es un problema de todos, PP, PSOE, C’s y demás familia. Entra en un bar y escucha cualquier conversación. Así somos. No se escucha, no hay el menor interés por comprender a los otros, se desprecia al que piensa diferente, se grita mucho, se habla poco.
Eso explica que nuestra democracia sea de muy baja calidad.
La redada contra la corrupción del 3% ha sido gloriosa. Ojalá Pujol se anime a sacudir todas las ramas a ver qué cae, o qué queda sin caer. Coincidencia con algunos comentarios sobre la posición de España en el índice de países corruptos. Homenaje de Rajoy a Rita Barberá y puerta giratoria para el exdirector de la Guardia Civil. PSOE y “Ciudatans” (como dijo aquel genio) mirando para otro lado. Me pregunto si algún día la gente dejará de votar a los corruptos evidentes, a los otros no, es más difícil.