El hecho es que este año por motivos de “austeridad” y “solidaridad” con la situación económica, el Día de las Fuerzas Armadas no contará con el tradicional acto central ni con el habitual desfile militar. Los recortes previstos suponen pasar de gastar 200.000 euros, el año pasado, a gastar 90.000. Todo un ejemplo.
Si esto supone un precedente de ahorro en gastos no necesarios, bienvenido sea; si nadie más sigue su ejemplo, habrán hecho el primo. 110.000 euros no es un ahorro.
El año 2011, las muchas televisiones públicas nos costaron 2.630 millones de auros. Cerrarlas o privatizarlas, sí es un ahorro.
Las más de 4.000 sociedades públicas españolas acumulan una deuda de casi 56.000 millones de euros. Suprimirlas, sí es un ahorro.
Los Parlamentos autonómicos este año han recortado gastos en 23,5 millones de euros y, a pesar de ello, costarán 350 millones de euros. Recortar mucho más este gasto, sí es un ahorro.
La Administración Pública en España gasta 850 millones de euros anuales en asesores. Suprimir la figura, sí es un ahorro.
Las diputaciones en España, apenas sin competencias, cuestan 22.000 millones de euros. Suprimirlas sin más, sí es un ahorro.
El presupuesto para este año del Senado es de algo más de 53 millones de euros. Eliminar el Senado, sí es un ahorro.
Si a esto añadimos coches oficiales, tarjetas de crédito a cuenta del Estado, móviles pagados por la administración y cientos de cosas y más cosas que a mí se me escapan pero que a tí, querido lector, no, veremos lo que realmente es un ahorro. Los 110.000 euros del ahorro militar, bienvenidos sean; pero conservar todo lo demás sin recortar, clama al cielo.
¡Cuánta razón tienes Josep Mª!
Esto estaba más que cantado.
¿O ya no recordáis que los desfiles del Día de las Fuerzas Armadas «SON UN COÑAZO»?
Pues eso.