Cada vez que aparece en los medios la luctuosa noticia del asesinato de una mujer en manos de un hombre, todos clamamos contra tan execrable realidad y elevamos nuestros votos en mi caso a Dios y en otros no sé a quién o a dónde, para que la nueva víctima sea la última. Nadie pone en solfa el contenido de la Ley y, como mucho, el ámbito político y mediático, después del minuto de silencio preceptivo, exige más y más medios. Si algún disidente atrevido vierte alguna sombra sobre la legislación vigente, en el sentido de que es ineficaz y por tanto muy mejorable o de que fomenta las denuncias falsas, sale un defensor de la ortodoxia de lo que toca y, sin ningún rubor, habla de que la Ley se queda corta y de que de denuncias falsas, nada de nada, solo un 0,000… como reza la cifra tergiversada oficial. Si dices lo contrario, los profesionales que trabajan en la materia hablan de que 8 de cada 10 denuncias son falsas, te saltan a la yugular y te tachan de mentiroso, facha, machista, asqueroso y demás.
Lo siento por ellos, pero esta vez tendrán que callar… dejo como muestra un botón. No ha ocupado las primeras páginas, ni mucho menos, el dedio sería tachado de machismo y xenofobia, pero el hecho es que los ‘Mossos D’Esquadra’, han detectado en un año en Lérida, 17 denuncias falsas por violencia machista presentadas por mujeres de origen marroquí para obtener papeles de residencia y una ayuda económica de casi 5.000 euros el año. Las mujeres, la mayoría de ellas dedicadas a la prostitución, denunciaban maltratos de algunos de sus clientes y los pagaban para dejarse inculpar. ¿Alguien piensa que eso es un suceso aislado? El ciudadano paga, cornudo y apaleado, millones de euros, que la mayoría de ellos van dónde van…, sin que se resuelva el criminal problema que siguen sin atajar.
No entiendo nada. ¿Tan difícil es entender que cuando se regala dinero y medios por una simple denuncia sin comprobar, se fomenta la picaresca? ¿Alguien me lo explica?