Conversación tranquila de @jmfrancas con Carlos Gregorio Hernández (@carlosghh), profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo.
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JMF: Para tí, ¿cuales son los momentos clave de este período de historia contemporánea española?
CGH: El inicio, porque suceden a un tiempo la guerra de la Independencia, la separación de los virreinatos americanos y el inicio de la revolución liberal. En un segundo orden la primera guerra carlista, porque decide el triunfo del liberalismo. Y en un tercer nivel la Restauración, porque estabiliza el orden liberal.
JMF: Y, ¿los personajes claves?
CGH: No hay un personaje clave sino varios, sobre todo durante el reinado de Isabel II, que interaccionaron y dieron lugar largo periodo de crisis: Espartero, Narváez y O’Donnell, pero no veo a ninguno decisivo, a su desaparición surgieron otros que ocuparon un lugar parecido: Prim, Gutiérrez de la Concha y Serrano. Los líderes políticos eran líderes militares y también la expresión de sectores sociales e interpretaciones de la revolución en conflicto. Con respecto a otros momentos, me decanto por Cánovas del Castillo, Alfonso XIII, Manuel Azaña y Francisco Franco. Los que mas han influido a la hora de construir una herencia duradera son Cánovas del Castillo y Francisco Franco.
JMF: ¿Qué supuso Isabel II?
CGH: Isabel II no fue protagonista de su reinado. Su madre, Espartero, Narváez y O’Donnell ocuparon ese lugar. Su reinado permitió la construcción del Estado liberal. En esos treinta años aparecieron los cuerpos de funcionarios fundamentales, la moneda, los símbolos, las bases económicas, educativas y políticas del régimen liberal.
JMF: Y, ¿qué supuso el Estado Liberal para España?
CGH: El Estado liberal tardó en consolidarse. Es uno de los temas polémicos entre los historiadores. Unos se decantan por hablar de fracaso que habría provocado la eclosión de los nacionalismos, por ejemplo, no estoy conforme con esa visión. Tuvo fuerza porque el elemento de comparación era Francia. Que es el caso de construcción del Estado más exitoso de la contemporaneidad visto en términos de unidad y homogeneidad. El Estado liberal en España tuvo como columna vertebral al ejército desde la misma guerra de Independencia y a lo largo de todo el siglo XIX dejó una impronta muy fuerte con pronunciamientos y guerras civiles y se desarrolló al tiempo en que se descomponía el Imperio, mientras que los otros Estados europeos desarrollaban el suyo.
JMF: ¿Cuales serían las características del ‘Estado Liberal’?
CGH: Construcción de la nación, liberalismo económico, aparición de los socialismos como reacción y secularización son las principales. En lo formal la separación de poderes, las libertades llamadas formales, que hacen posible la libertad política y el sistema parlamentario.
JMF: Y España, ¿cuando alcanzó eso?
CGH: Cada uno de esos puntos en un momento distinto. Entre 1808-1812, la construcción de la nación. El liberalismo económico durante la Primera Guerra Carlista. Los primeros socialismos en la antesala del sexenio, hacia 1868. La secularización impregna todo el proceso. Las características formales están presentes en las constituciones decimonómicas, pero no se concretaron prácticamente en ningún momento. El sistema parlamentario funcionó ya en la Restauración. La separación de poderes aún la estamos esperando.
JMF: A eso me refería, actualmente brilla por su ausencia… Realmente, ¿nunca la ha tenido España?
CGH: Nunca hemos tenido una plena separación de poderes. Tampoco la han tenido los demás países. Ni siquiera los Estados Unidos. De ahí que sea un fracaso relativo. Los liberales en el poder siempre han intervenido en la justicia. Muchos de los defectos que señaló la propaganda liberal sobre el Antiguo Régimen (ese término ya es parte de la propaganda) podrían ser una lista de características del propio orden liberal.
JMF: Me hablas de fracaso relativo por ser un fracaso universal, el que manda de hecho legisla y si puede evitar compartir el poder lo evita..
CGH: Hay grados en ese fracaso, por eso mencionaba los Estados Unidos. Por ejemplo, en 2011, con el ‘Obama care’, el Presidente perdió una votación en el Senado por 82 a 0. Eso en España no habría llegado a suceder. Pero demuestra una cierta separación de poderes en los EEUU. Las herramientas de presión sobre los contrapesos del sistema son enormes aquí y en cualquier país. Los primeros líderes del tiempo iniciado por las revoluciones ya pusieron de manifiesto la tensión entre cada una de las parcelas. Jefferson, por ejemplo, tiene un alegato contra la prensa. La patrimonialización del poder ha sido recurrente a lo largo del tiempo. Es muy conocida la frase de la República para los republicanos, pero lo mismo cabría decir en el siglo XIX.
JMF: ¿En qué sentido el Estado Liberal en España provocó los nacionalismos?
CGH: Cómo decía antes es un tema polémico. También han imputado al carlismo los nacionalismos. Creo que el Estado liberal, por el centralismo, favoreció el relato de los nacionalistas. Pero el nacionalismo se favoreció sobre todo del final del Imperio que en se entendió como un vaciamiento del proyecto español El nacionalismo creció también como reacción al liberalismo, de ahí que algunos lo conecten con el carlismo, aunque es injusto El caso del separatismo en Vascongadas es distinto al del separatismo en Cataluña, de ahí la ambivalencia. El separatismo en Vascongadas reaccionó contra el liberalismo, que atribuía a España. El separatismo en Cataluña señaló lo contrario: España no había logrado que cuajase el liberalismo. Los nacionalismos se entienden ahora a la perfección porque quieren derrumbar España, pero en el XIX Arana no se habría entendido con Prat de la Riba.
JMF: ¿El nacionalismo vasco y catalán no se explican con el carlismo?
CGH: Ambos tuvieron contactos con el carlismo, pero sus proyectos eran distintos. Especialmente en el caso del nacionalismo catalán. El carlismo, de todos modos, evolucionó durante el siglo XIX y la primera parte del XX. No siempre defendió las mismas cosas. Llegado el siglo XX, con Vázquez de Mella, ejerció de polo de atracción ideológico para las derechas más que de fuerza antisistema. El nacionalismo vasco, que fue reaccionario en su origen y que nace justo en 1876, cuando el carlismo pierde la tercera guerra, no fue en estricto su continuación. El carlismo defendió la unidad de España desde una perspectiva distinta a la liberal, pero defendió la unidad al fin y al cabo. Sí que es cierto que la fuerza que fue adquiriendo el nacionalismo vasco en los primeros decenios del siglo XX (sobre todo después de 1918), atrajo a sectores del carlismo por oposición a los liberales y a los socialistas. Es un fenómeno parecido a lo que sucede actualmente con el PNV y los votantes de las derechas que no son separatistas. Una suerte de mal menor. Durante la Segunda República los carlistas y el PNV llegaron a pactar un estatuto contra el régimen. Los socialistas hablaron del peligro de un Gibraltar vaticanista en España. Pero esa relación no fue permanente ni el fracaso del carlismo en 1876 explica el nacimiento del PNV.
JMF: Me has hablado de los dos grandes personajes de esta etapa en España: Cánovas del Castillo y Francisco Franco. Simplemente ábreme el melón en los dos casos…
CGH: Antonio Cánovas del Castillo cambió la dinámica histórica de enfrentamiento del siglo XIX, apartó a los militares del primer plano de la política y facilitó la alternancia pacífica de partidos. Aceptó algunos cambios (derecho de huelga, libertad de imprenta, sufragio universal, etc.) que llevaron a los republicanos a quejarse de que el régimen de la Restauración había satisfecho todos sus ideales. La paz permitió una efectiva modernización del país. Su régimen fue tan sólido que pudo superar la pérdida de las colonias sin colapsar. Con respecto a Francisco Franco su gobierno representa el segundo gran periodo de paz de nuestra historia contemporánea, continuado hasta la actualidad. Por eso se pudo producir una segunda modernización de España. En buena medida el Estado actual es heredero de su época. Me refiero a la educación pública y a la sanidad pública, pero también a otras muchas parcelas
JMF: Si te animas ahí tenemos dos temas de dos nuevas conversaciones. Mil gracias Carlos y hasta cuando quieras y puedas. Un abrazo.
CGH: Por mi parte no hay problema. Un abrazo.