Horrible fin de semana. El jueves noche salvajada en Niza, el viernes noche golpe de Estado en Turquía y el domingo otro tiroteo en USA con más policías muertos. El mal tampoco descansa en julio, no se toma vacaciones. Los tres sucesos no van aislados y son una página salvaje de varias tensiones no controladas que, si bien nos asustan, no parece que nos hagan despertar del sueño del conformista.
Mientras en España, no sé si por mor de estos salvajes acontecimientos o simplemente porque el calor apaga ímpetus, nuestros políticos han hecho una alto en el camino de su presencia mediática delegando en portavoces de guardia. ¿Estamos en tiempos de discreción o simplemente de vacaciones? ¿Está atado el futuro inmediato o tocaba descansar?
Mañana se constituyen las Cortes y, fuera del ruido de las declaraciones, veremos el primer acto de esta obra que será la legislatura. Hay que pactar la Mesa del Congreso y esto no es baladí. En la corta legislatura que no llegó a arrancar, Ciudadanos consiguió intermediar entre PP y PSOE para negociar una Mesa entre los tres cuando ni siquiera se hablaban.
No entiendo nada. ¿La calma chicha de este fin de semana, acaso presagia un acuerdo en la Mesa del Congreso que será el preámbulo de la investidura de Rajoy? ¿Alguien me lo explica?
Esperemos que no se cumplan tan funestos presagios. Dios no lo permita. Si es malo no tener gobierno, darle el premio del poder otra vez a la corrupción de Rajoy (Luis-sé fuerte) es mucho peor. Sería afianzar aún más la cultura de la impunidad que se reforzó hace hoy ochenta años. Y digo se reforzó porque la impunidad en España tiene muchos siglos de historia.