Los datos cantan. En España y por motivo de la crisis el sector privado se ha atado los machos y reduciendo costes pocos están haciendo mucho aumentando así la productividad. Mientras el sector público sigue a la suya. Es conocido que el sector público español esta compuesto por funcionarios, en número muy propio de país de la UE, y políticos y sus amigos en número más bien escandaloso. En 2003 había en España una administración paralela, 1.743 entre empresas, fundaciones y consorcios públicos, una pasada. Ya en 2013 hemos pasado a tener 2050. Crecen los chiringuitos de la administración paralela y nadie parece hacer nada.
No entiendo nada. El Gobierno decretó en 2010 la reducción de la administración pública en 607 unidades, y a fecha de hoy la reducción no llega al 30% de lo previsto, ¿no hay ninguna herramienta para obligar a cumplir lo decretado? La Comunidad balear ha reducido su sector público en un 60% mientras que por ejemplo la Comunidad canaria solo lo ha hecho en un 15%, ¿Tendrá esto consecuencias además de la de que los canarios y con ellos todos nosotros paguemos el pato? Dado que el Gobierno cuando quiere nos sube a los ciudadanos IVA, IRPF y pobre del que no paga, ¿tan difícil es que el mismo gobierno decrete una reducción del gasto público concreta, un 25% para empezar estaría bien, y todos: Estado central, autonomías y ayuntamientos lo cumplan? ¿Alguien me lo explica?
La realidad política es tan distinta a la lo que se puede o se debe hacer que se ha convertido en normalidad el dicho » del dicho al echo hay un buen trecho».
Mucho puesto político que se gana a pulso de prebendas y que cuesta eliminar pues de ello depende seguir controlando un poder instaurado a golpe de favor. Galicia es un ejemplo tan trágico como miserable del engorde de la administración. Vivimos malos tiempos para la lírica democrática.